Economía: noticias ingratas // Mayor inversión, la salida
ierra el año con un poco grato resultado económico, producto de una desaceleración que inició en el segundo trimestre de 2018, en plena huida del gobierno peñanietista. Aun así, tirios y troyanos estiman que en 2020 la situación mejoraría, con una reactivación paulatina.
En vía de mientras, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico divulgó su último análisis del año (del que se toman los siguientes pasajes) y en él estima que desafortunadamente la debilidad del sistema productivo nacional se profundiza y ello tendrá consecuencias sociales que se transmitirán por medio del mercado laboral; el aumento de la inversión productiva representa la parte central de la solución; ante la merma del financiamiento externo, lo recomendable será crear una agenda por el desarrollo de México: un acuerdo mínimo entre los liderazgos del país que permita generar consensos propositivos ante la recesión que vive la economía nacional
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Ante la desaceleración industrial de Estados Unidos, que acumula tres meses de caída, la recesión en la actividad fabril mexicana y un mercado interno que podría ser afectado por una mayor precarización del mercado laboral, 2020 requerirá de un enfoque diferente en materia de política económica:
Estimar que el T-MEC aliviará la situación y alejaría la recuperación en 2020: la mayor parte de la planeación de nuevas inversiones ya se realizó tanto en el sector privado como por el gobierno. El mecanismo comercial incidirá en ello, porque en el mejor de los casos entrará en vigor hasta el segundo semestre del próximo año y las negociaciones en materia laboral modificaron los incentivos de inversión en México.
Por tanto, el crecimiento económico interno será la única forma de garantizar que la sociedad mexicana pueda acceder a mejores condiciones de bienestar. Sin crecimiento económico el gobierno enfrentará dificultades para mantener su patrón de gasto social e inversión; sus ingresos tributarios serán los primeros en resentir la afectación de una economía que se mantiene en recesión.
La economía mexicana se mantiene en una fase recesiva. En octubre pasado (a tasa anual) el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) registró su cuarto mes de caídas consecutivas, el quinto en los pasados seis meses (en junio la variación fue de cero por ciento). De hecho, siete de los anteriores 11 meses han exhibido una tasa negativa.
El promedio de crecimiento económico tanto del sexenio como de los primeros 10 meses del año ya es negativo (-0.1 por ciento).Además, el ciclo del IGAE muestra que la economía mexicana se encuentra en recesión y que aún no se ha tocado fondo. La razón de lo descrito se encuentra tanto en la recesión que ocurre en el sector industrial (13 meses consecutivos de variaciones negativas) como en el hecho de que sus efectos ya se encuentran en el mercado interno.
La información publicada por el Inegi refrenda la necesidad de elaborar unprograma contingente de reactivación económica: la continuidad del debilitamiento productivo puede tener consecuencias relevantes en el mercado laboral y a partir de ello en el bienestar de las familias mexicanas. El gasto público no tiene la capacidad de propiciar el bienestar que se pierde por la precarización del mercado laboral.
Hasta octubre pasado la mayor afectación se ha dado en las empresas: la reducción de la inversión y la menor utilización de la capacidad instalada señalan que el sector productivo ha realizado ajustes para intentar enfrentar un entorno económico adverso.
Al cierre de noviembre de 2019, la generación de empleo formal se mantuvo en terreno positivo, aunque ya dio muestras de la complejidad por la que atraviesa el país al sólo incrementarse en 346 mil el total de trabajadores afiliados al IMSS en 12 meses (de enero a noviembre sumaron poco más de 724 mil).
Las rebanadas del pastel
El gobierno mexicano pide peras al olmo: ¿qué van a respetar los golpistas bolivianos la Convención de Viena, si lo primero que echaron a la basura fue su propia Constitución?