Reconocer la deuda del rescate bancario como pública reduciría su costo
Viernes 20 de diciembre de 2019, p. 19
México aprendió de la crisis de diciembre de 1994 que las burbujas de crédito no son positivas para la economía porque crean un crecimiento económico artificial. Ahora los bancos están mejor capitalizados, por encima de las regulaciones prudenciales internacionales, como Basilea III, además de que se cuenta con un Comité de Riesgos Financieros que está monitoreando que no se den de nueva cuenta esos problemas, consideraron especialistas.
Ernesto O’Farril Santoscoy, presidente de la casa de bolsa Bursamétrica, aclaró que hay tareas pendientes, se debe reconocer la deuda del rescate bancario como deuda pública para reducir su costo, pues con la estructura actual se paga una sobretasa de 0.22 puntos porcentuales, que anualmente cuesta a los mexicanos mil 700 millones de pesos adicionales.
Por su parte, José Luis Calva integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM consideró que se debe de regresar a un tipo de cambio con libre flortación, pero administrada para impulsar el crecimiento del producto nacional y el empleo como lo hacen los países asiáticos.
O’Farril Santoscoy recordó que durante la crisis de 1994-95 se presentaron diversos hechos sociales que acompañaron ese clima de incertidumbre. Hacia finales de la administración del presidente Carlos Salinas, hubo varios eventos que generaron una importante presión financiera y cambiaria.
Uno fue la aparición de los zapatistas el primero de enero de 1994; dos, el asesinato del candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio.
Luego hubo una serie de secuestros de empresarios: Alfredo Harp Helú y Ángel Losada, entre los más relevantes.
También se presentó la renuncia del secretario de Gobernación, Jorge Carpizo MacGregor y el asesinato del ex cuñado del presidente Salinas, José Francisco Ruiz Massieu.
Otras de las causas principales es que al asumir la presidencia Ernesto Zedillo, no mantuvo a Pedro Aspe Armella al frente de la SHCP.
Se le ocurre cambiarlo por Jaime Serra Puche que era muy conocedor del comercio internacional, pero muy poco conocedor del mercado financiero.
Serra no tenía las relaciones directas que tenía Pedro Aspe con los seis o siete principales fondos globales y además comete un error garrafal como secretario de Hacienda en los primeros días de diciembre al insinuar que habría una devaluación en proceso, provocando una corrida cambiaria muy fuerte. Todos estos elementos explican por qué se detonó la crisis financiera de finales de 1994.
“En el año 95 estalla la crisis financiera con la devaluación, las tasas de interés se van a 150 por ciento y en lugar de mandar la deuda automáticamente a más plazo se decide irse caso por caso. Se tardaron años. Seis meses después se trata de instrumentar la unidad de inversión (UDI) para cambiar la denominación de los créditos de pesos a Udis y dotar de más oxígeno a las empresas.
“La segunda lección es muy importante, a quienes se nombren en la Secretaría de Hacienda o en puestos similares deben ser personas que dominan los cambios que van a gestionar. No pueden ser improvisados.
“La prudencia en el otorgamiento del crédito es una de las enseñanzas derivadas de la crisis de 1994.
La tercera lección, es que los pasivos del IPAB han tardado más tiempo en resolverse. Se debe reconocer la deuda del rescate bancario como deuda pública para reducir su costo
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Por su parte, José Luis Calva, señaló que si tenemos un tipo de cambio sobrevaluado, entonces esto favorece y es como si estuviéramos subsidiando importaciones a costa de la producción en el mercado interno.
Entonces un tipo de cambio real competitivo tiene un efecto importantísimo sobre el crecimiento acelerado y sostenido del producto nacional y el empleo . Por eso algunos economistas muy connotados, como Dani Rodrik, han calificado la política cambiaria como una de las mejores políticas industriales que pueda haber.
“China es uno de los campeones en política de cambio real competitiva, lo mismo es Corea del Sur, Vietnam y otros países asiáticos que cuidan mucho está palanca del crecimiento económico.
Lo que no hemos aprendido de aquella catástrofe de 1994-95 es que no se puede jugar con un tipo de cambio real para utilizarlo como ancla antinflacionaria
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A su vez, director general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), José Oriol Bosch Par destacó que hoy en día tenemos una situación macro que está muy sólida, instituciones fuertes, un crecimiento que no es el que quisiéramos, pero tampoco estamos en recesión.
El sistema financiero bancario y bursátil está mucho más preparado, con solvencia y bien capitalizado, claramente la crisis de 1994 fue muy importante. Hoy los bancos superan los índices de capitalización establecidos por Basilea III.