Martes 17 de diciembre de 2019, p. 24
París. El Alto Comisionado para las Pensiones de Francia, Jean-Paul Delevoye, encargado de la reforma al sistema de jubilaciones que impulsa el gobierno del presidente Emmanuel Macron, renunció ayer tras denuncias que lo involucran en un conflicto de intereses, después de que salieron a la luz actividades profesionales no declaradas.
A las críticas de los sindicatos por la polémica reforma, detonante de una huelga general que ingresó a su duodécima jornada, se sumaron en los últimos días acusaciones de que Delevoye tuvo otros empleos durante su etapa dentro del gobierno, algunos de ellos remunerados.
El funcionario no declaró 13 cargos, algunos remunerados, que desempeñaba simultáneamente a su función en el gobierno, lo que está prohibido por la Constitución. Para él se trató de un olvido por omisión
. El gran problema es que uno era de administrador voluntario de un instituto de seguros privado, uno de los sectores que en teoría saldría beneficiado con la reforma al sistema de pensiones que intenta sacar adelante el Ejecutivo.
Delevoye reconoció en su carta de dimisión que cometió un error al no informar de sus múltiples puestos, pero negó irregularidades.
Sostuvo que prefiere dar un paso atrás para no perjudicar los esfuerzos de Macron con vistas a sacar adelante un proyecto que considera esencial
para Francia.
El Elíseo confirmó que Macron aceptó con pesar
la renuncia de Delevoye, de quien elogió su compromiso como responsable de la reforma. No quería entorpecer al gobierno en un momento en que se defiende la reforma por la que lleva trabajando con firmeza desde hace dos años
, indicó una fuente citada por el diario Le Monde.
La renuncia de Delevoye aumenta la presión sobre Macron un día antes de una nueva jornada de movilización que los adversarios de la reforma consideran decisiva, pues la totalidad de los sindicatos llamaron a la huelga y a manifestarse.
El primer ministro Edouard Philippe recibirá a los sindicatos por turnos mañana, al igual que al sector patronal. Esta reforma no se va con Delevoye, seguirá siendo defendida por el gobierno
, señaló la portavoz gubernamental, Sibeth Ndiaye.
En París la inmensa mayoría de los transportes públicos siguen paralizados. Peatones, ciclistas, gente en monopatín y automovilistas intentan sobrevivir al caos y a la lluvia incesante.
La preocupación es también palpable en comercios, hoteles y restaurantes.