El reconocimiento es un bien escaso en el boxeo de mujeres. Después de cinco defensas del campeonato mundial supermosca del CMB, Lupita Martínez no sabe qué necesita para darle más visibilidad a su carrera, cuyo capítulo de éxito reciente fue la victoria por decisión unánime ante Debani Balderas, el sábado pasado en Tulum.

En todos los ámbitos sociales hay una exigencia mayor hacia las mujeres para destacar y el boxeo no es una excepción, reconoce Lupita, pero advierte que no basta con conquistar un título del mundo y defenderlo de forma convincente.

Estoy consolidando mi título, llevo cinco defensas fuertes, pero me falta reconocimiento, dice desconcertada; el mismo problema que viven todas las mujeres en el deporte y en otros ámbitos de la sociedad.

Lo dice justo cuando la Asociación de Escritores de Estados Unidos nombró peleadora de 2019 a la irlandesa Katie Taylor. Una boxeadora con apenas 15 combates, pero que logró declararse campeona universal en la división ligera, al conquistar este año los cuatro cinturones de los principales organismos del pugilismo.

Tal vez haga falta unificar, pero en mi caso no pienso tanto en eso, sino en romper la marca de 11 defensas en México que hicieron Ana María Torres y Zulina Muñoz.

El presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, piensa que las peleadoras, sobre todo las mexicanas, necesitan que sus promotores sean más audaces en el plano global para conseguirles una gran oportunidad de ser vistas en el mundo.

Los representantes y promotores necesitan tener una visión más global que local, sólo con una buena labor en el extranjero les pueden abrir las puertas para el reconocimiento mundial, comenta Sulaimán.