Viernes 13 de diciembre de 2019, p. 29
Con las enmiendas al Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la industria automotriz nacional queda en una posición incómoda por la letra chiquita
, ya que deberá cumplir con las reglas de origen y tendrá inconvenientes por los cambios en el suministro del acero, sostuvieron especialistas.
Arturo Rangel, vicepresidente de comercio exterior de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) dijo que el ramo industrial tendrá mucha presión
para lograr el origen regional de 70 por ciento del acero que se utilice en los autos que se ensamblen en México.
Queda cada vez más en una posición más incómoda, porque continuamos perdiendo competitividad a través de la letra chiquita.
Comentó que el porcentaje que se está imponiendo se suma a una serie de restricciones para tener productos originarios de América del Norte, práctica que es común en otras partes del mundo como Japón, donde se pide que el acero también sea originario de esa nación.
El problema con esto es que México no tiene la capacidad de producir estos aceros
dijo, antes de enfatizar que va a ser muy difícil que México logre llegar a ese nivel de proveduría sobre todo en cuanto a precio, porque hay una sobre capacidad en Norteamérica y, en consecuencia, nosotros somos menos competitivos.
Mario Jorge Yáñez, socio de Hogan Lovells, indicó que en general no habrá problemas con las modificaciones en el contenido regional de acero que se exige para ensamble automotor, aunque pueden existir problemas en la materia prima del acero, porque al exigir contenido regional, el T-MEC obliga a cambiar las cadenas de suministros, por lo que México ya no podrá utilizar insumos de Rusia, China o incluso de la Unión Europea.
Comentó que las modificaciones no van a afectar a México
, porque es productor de acero, como el plano, que es el que se utiliza en el armado de automóviles y consideró que esto va a permitir que la industria mexicana pueda florecer todavía más
.