Miércoles 11 de diciembre de 2019, p. 28
Oslo. El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, recibió ayer el Premio Nobel de la Paz 2019, en un momento en que su país está desgarrado por la violencia interétnica y sus esfuerzos de reconciliación con Eritrea están en punto muerto.
Abiy Ahmed obtuvo el premio por la reconciliación con Eritrea el 9 de julio de 2018, cuando al término de un encuentro histórico en Asmara, capital eritrea, el primer ministro etíope y el presidente eritreo, Issaias Afeworki, pusieron fin a un estado de guerra que duró 20 años.
Hoy estamos todos unidos por un destino común de amor, perdón y reconciliación
, declaró el ministro africano en el ayuntamiento de Oslo.
En su discurso, exhortó a neutralizar la toxina del odio
mediante la creación de una cultura cívica de democracia basada en el consenso, la inclusión, la cortesía y la tolerancia.
Si bien el acercamiento entre los dos antiguos enemigos se tradujo en la reapertura de embajadas y fronteras y el restablecimiento de enlaces aéreos, el proceso enfrenta actualmente serios obstáculos. Varios puestos fronterizos importantes están cerrados de nuevo y la cuestión del trazado de las fronteras está pendiente.
El galardón, anunciado el 11 de octubre, celebró también sus intentos de mediación en la región del Cuerno de África, así como sus reformas para democratizar y abrir la economía del país a la inversión privada en sectores que antes eran controlados por el gobierno.
Apenas seis meses después de su investidura, Abiy levantó el estado de emergencia, liberó a miles de prisioneros políticos, creó una comisión de reconciliación nacional y acabó con la prohibición que pesaba sobre algunos partidos.
Sin embargo, esto favoreció la afirmación de las identidades étnicas. Las manifestaciones en contra de Abiy comenzaron menos de dos semanas después del anuncio del Nobel y provocaron enfrentamientos en los que murieron 86 personas.
Recientemente, Ahmed, el líder más joven en África, de 43 años de edad, desarrolló un programa de apertura del sector de las telecomunicaciones.
El primer ministro rechazó exponerse a preguntas de los medios durante la celebración.