Madrid. La cumbre del clima (COP25) entró ayer en la fase crucial de las negociaciones de alto nivel entre las delegaciones de los 196 países convocados, que son las que firmarán el documento que fijará los compromisos y objetivos de la lucha contra el cambio climático.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó una advertencia para hacer reaccionar a los representantes gubernamentales: Se nos está acabando el tiempo y podríamos llegar a un punto de no retorno.

Frente a los negacionistas y a los irresponsables que se oponen a asumir el reto de la lucha contra el cambio climático, el plenario de alto nivel que se llevó a cabo en la sala principal de la COP25 sirvió para escuchar la voz de los expertos y de los funcionarios internacionales que insisten en que la actual emisión de gases de efecto invernadero nos conduce a una catástrofe si no se hace nada al respecto.

Una de las voces más críticas fue la de la mexicana Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la ONU para el cambio climático, quien afirmó: Se nos está acabando el tiempo; pronto llegaremos a un punto de no retorno.

Espinosa volvió a situar el contexto de trabajo en el Acuerdo de París de 2016, que supuso un éxito multilateral sin precedente, pero que actualmente es cuestionado por países como Estados Unidos, cuyo gobierno, encabezado por Donald Trump, decidió salirse de forma unilateral y rechazar los compromisos firmados. Y se teme que ocurra lo mismo con potencias económicas como China, Rusia, Japón e India, que son, a la vez, las principales emisoras de gases de efecto invernadero.

En los últimos días hemos avanzado, pero tenemos que finalizar nuestro trabajo. El artículo seis es la única parte del Acuerdo de París que involucra directamente al sector privado, ayudándoles a contribuir a la acción climática. Para la COP26, que se celebrará el próximo año, los países deben presentar propuestas nuevas o actualizadas, explicó Espinosa, consciente de que uno de los principales escollos en las negociaciones es precisamente el artículo seis y la adopción de mecanismos transparentes para fiscalizar a países y a empresas.

Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, informó que el calentamiento global continúa. La temperatura media mundial ha aumentado en 1.1 grados centígrados desde la era preindustrial y los océanos se han calentado en medio grado. El año pasado 220 millones de personas sufrieron olas de calor. El hambre crece de nuevo en el mundo; actualmente más de 800 millones sufren por falta de alimentos.

La presidenta de la COP25, la ministra del Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, abundó en que esta cumbre debe marcar un cambio de rumbo y atraer a nuevos actores a la mesa como gobiernos regionales y el sector privado. Porque la acción climática no es ni debe ser sólo una cuestión política. Los compromisos nacionales son necesarios, pero no suficientes. Nadie puede quedar fuera.

Thunberg y los expertos

Ni el actor Harrison Ford, ni el cantante español Alejandro Sanz, entre las numerosas personalidades que acuden a diario a la COP25, han quitado el protagonismo a la activista sueca de 16 años Greta Thunberg, quien acudió muy temprano a las salas de trabajo y cedió la palabra a algunos de los grandes expertos en medio ambiente, entre ellos Ko Barrett y Youba Sokona, vicepresidenta y vicepresidente, respectivamente, del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU; Rachel Cleetus, economista de la Unión de Científicos Preocupados; Sivan Kartha, del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, y William Moomaw, de la Fletcher School.

A la COP25 también llegó el ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, quien llamó negacionista a Trump y lamentó que su gobierno haya rechazado la invitación para acudir al encuentro. La razón por la que vine es muy sencilla: estoy aquí porque el presidente Trump no está, porque su administración rechaza luchar contra el cambio climático y nosotros debemos hacer el trabajo. Sabemos que tenemos mucho por delante, cada día hay nuevas evidencias de que el cambio climático va a peor. Redoblaremos esfuerzos. Tenemos la obligación de actuar ahora y de trabajar, incluso con un negacionista en la Casa Blanca.