Jueves 5 de diciembre de 2019, p. 34
Mérida, Yuc., Los 25 diputados del Congreso local aprobaron ayer la obligatoriedad de impartir la enseñanza del maya en la educación básica, con lo que se espera rescatar la lengua nativa.
La legisladora panista Paulina Viana Gómez expuso en tribuna que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Yucatán figura entre los estados con mayor proporción de personas indígenas entre los pobladores mayores de cinco años, con 37.3 por ciento, y registra el mayor porcentaje de población hablante de lengua nativa en el país, con alrededor de 45 por ciento.
Sin embargo, el porcentaje de personas que hablan maya en el estado ha venido descendiendo de manera constante y drástica. Esto obedece a la falta de interés en aplicar políticas públicas que rescaten y fortalezcan nuestra lengua materna
, destacó.
Los 25 legisladores (10 del Partido Revolucionario Institucional, seis de Acción Nacional, cuatro de Morena, dos de Movimiento Ciudadano y uno de cada uno de los partidos de la Revolución Democrática, Verde Ecologista de México y Nueva Alianza) votaron por robustecer las funciones específicas estatales a fin de establecer en el sistema educativo básico las condiciones y los procedimientos para rescatar, fomentar y preservar
la lengua nativa de Yucatán.
Esto es compatible con lo estipulado con el artículo 28, numeral 3, del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de Países Independientes de la Organización Internacional del Trabajo, y con el artículo 2, apartado B, fracción segunda de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De esta forma, a partir de 2020 será obligatoria la enseñanza de la lengua maya en primaria, una vez que la reforma se publique en el Diario Oficial del Estado.
El diputado de Morena Luis Loeza Pacheco dijo a su vez que se busca que el idioma y la cultura mayas se fomenten en Mérida y otras ciudades del estado, donde es casi nula su presencia, para lograr en los niños un cambio de perspectiva de las raíces indígenas. Seguramente este cambio llevará tiempo; sin embargo, soñamos con un Yucatán en el cual este discurso no tuviese que ser traducido
del español al maya.