El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expresó ayer su rechazo a la propuesta de legisladores estadunidenses de modificar el capítulo laboral del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para permitir inspecciones en territorio mexicano y bloquear mercancías en las aduanas que no cumplan con los estándares del acuerdo en la materia, lo cual calificó de totalmente inaceptable.

El CCE ha tenido conocimiento de que el gobierno de Estados Unidos presentó recientemente propuestas de enmienda al T-MEC. Observamos con gran preocupación que existen algunas demandas en materia laboral que resultan extremas y son totalmente inaceptables, aseveró el organismo cúpula en un comunicado.

El miércoles pasado Bloomberg reportó que legisladores demócratas propusieron colocar inspectores en las fábricas mexicanas para vigilar el cumplimiento de las reformas laborales.

Mencionó que han presionado para expandir los poderes de los agentes aduanales y puedan bloquear bienes procedentes de fábricas de México y Canadá que violen los estándares laborales del T-MEC.

El subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade, dijo a periodistas que México podría estar abierto a ajustar el proceso del panel de arbitraje del T-MEC con el fin de facilitar las decisiones en disputas de derechos laborales.

De acuerdo con Reuters, el viernes anterior, después de reunirse con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y la viceministra Chrystia Freeland, Seade declaró que los cambios sugeridos al T-MEC son satisfactorios y algunos involucran al sistema de resolución de controversias para todos los temas, no sólo los de trabajo.

El organismo que preside Carlos Salazar Lomelín argumentó que las demandas de los estadunidenses en materia laboral tienen la capacidad de afectar severamente la competitividad de México y de sus socios en América del Norte.

Dichas propuestas pretenden, a partir de eventos aislados, afectar las cadenas de suministro creadas en la región en los últimos 25 años. En caso de materializarse, los perdedores serían los pueblos de México, Estados Unidos y Canadá, la economía de la región y la cooperación entre las tres naciones, declaró el CCE.

Para el sector empresarial, esto también significa que algunos actores estadunidenses están tratando de presionar para que no haya un acuerdo.

El respeto a la soberanía de México no es negociable. El gobierno mexicano tendrá nuestro apoyo para generar contrapropuestas y mantener una postura firme en defensa de la competitividad de nuestro país, sentenció el CCE.