Lunes 2 de diciembre de 2019, p. 28
Por encima de las condiciones de violencia, los pendientes económicos son los que empujan la emigración en México y Centroamérica. Destacan la falta de empleo, la crisis económica, los ingresos bajos y las malas condiciones de trabajo
, reporta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Afirma que por cada persona que emigra de El Salvador debido a las condiciones de violencia (20 por ciento), tres más lo hacen por falta de empleo o crisis económica (60 por ciento), y 14 por ciento por bajos ingresos y malas condiciones de trabajo
. En México el factor que más pesa es la precariedad del salario, asegura.
En el Panorama social de América Latina, la Cepal recalca que los salarios mínimos en Estados Unidos son seis veces mayores que en el norte de Centroamérica y México. En los sueldos medios la brecha se multiplica a 12 veces y ahí el móvil para emigrar.
Si bien los migrantes centroamericanos y mexicanos en Estados Unidos perciben un monto menor al promedio, obtienen mayores ingresos que los que tendrían en sus países de origen
, agrega.
Los efectos del trabajo fuera de sus países no se quedan en una mejora de sus ingresos personales. Adicionalmente, de 1990 a 2018 el dinero que regresó en forma de remesas llegó a representar hasta 20 por ciento del producto interno bruto y promedia 9.67 por ciento en toda América Latina. Es decir, durante 28 años prácticamente uno de cada 10 pesos fueron producto del trabajo de latinoamericanos en Estados Unidos.
Destacan El Salvador, donde alcanza a 20.68 por ciento de la economía en el acumulado de 28 años; Honduras, 20.07; Nicaragua, 11.47; Guatemala, 12.10; República Dominicana, 8.38, y Bolivia, 3.45. En el caso de México, 2.91.
El organismo advierte que los crecientes controles, políticas de deportaciones masivas y cierre de fronteras podrían entorpecer las remesas internacionales, con el consecuente efecto de ampliar la pobreza en el resto de América.
Esta situación puede ser particularmente dramática en el caso de México, los países de Centroamérica y República Dominicana.
En perspectiva y con datos a 2017, la Cepal ubica que había 46.2 por ciento de mexicanos pobres en el territorio; sin remesas, esa proporción avanza a 61.7.