Funcionarios del Instituto Nacional Electoral (INE) rechazaron ayer la iniciativa que propone reducir el periodo del consejero presidente de este órgano electoral y rotar el cargo cada tres años, ya que se afectaría la conducción de la institución y atentaría contra su autonomía.

En un pronunciamiento, directores de área y coordinadores de unidades explicaron que la renovación trianual a cargo de los diputados desestabilizaría al INE, lo sometería a los vaivenes de ese cuerpo legislativo e impondría al proceso electoral una carga política adicional por el nombramiento del nuevo presidente. Destacaron que la iniciativa firmada por diputados de Morena no tiene sustento racional.

El posicionamiento fue suscrito por el secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo; el director del Registro Federal Electoral, René Miranda; el titular de Prerrogativas y Partidos Políticos, Patricio Ballados, y 14 funcionarios más.

Destacaron que la decisión de tener una presidencia del Consejo General del INE por nueve años se basó en una lógica transexenal de garantizar que ese nombramiento –producto del consenso de las fuerzas políticas– no respondiera a los ciclos electorales.

Insistieron en que dicha propuesta, como otras presentadas recientemente en la misma lógica, son una clara e injustificada intromisión en la vida interna del instituto y una flagrante violación a la autonomía del INE, plasmada por el propio (Poder) Legislativo en la Constitución.

Los integrantes de la junta general ejecutiva ampliada del órgano electoral reivindicaron la labor profesional y el compromiso democrático de los consejeros.

También llamaron a los legisladores a analizar detalladamente las implicaciones de una reforma constitucional de esta magnitud que, de prosperar, significaría un retroceso en la certidumbre de las reglas vigentes y, por tanto, en la confianza en los resultados electorales.