Sociedad y Justicia
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Instituto Cumbres, en cancún

Víctimas rechazan informe que presentan Legionarios de Cristo
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de noviembre de 2019, p. 37

Víctimas de abuso sexual por parte del sacerdote católico Fernando Martínez Suárez, integrante de los Legionarios de Cristo, rechazaron el informe que difundió la congregación religiosa y en el que reconoce al menos ocho casos de este tipo.

Expusieron que en el documento se señala la responsabilidad de Martínez Suárez, pero no lo sancionan, y no se reconoce la participación de otros integrantes que estaban enterados de los abusos, como el sacerdote Eloy Bedia y Aurora González.

La congregación inició una investigación en mayo de 2019 mediante la agencia internacional Praesidium Inc, luego que la cantante y conductora Analú Salazar denunció en la página de Facebook Legioleaks que el sacerdote abusó de ella entre 1991 y 1992 cuando tenía ocho años y estaba en el Instituto Cumbres, en Cancún.

En conferencia de prensa, Belén Márquez, quien fue víctima del sacerdote a la edad de seis años, expuso que al informe de la congregación dado a conocer el viernes pasado, le hace falta un poco más de verdad pues se refugian detrás del fundador Marcial Maciel y del sacerdote Álvaro Corcuera, ambos ya fallecidos.

Lo que no mencionan es quiénes gestionaron de manera física y presencial en Cancún en el año 1993 los casos de abuso sexual de Fernando Martínez. No se expone el nombre del padre Eloy Bedia, quien en ese entonces fue director territorial de la Legión de Cristo y él fue a Cancún a hablar con las mamás de las víctimas para decir lo que se iba a hacer con el padre .

En este caso, añadió, aunque dicho sacerdote es el encubridor principal actualmente ocupa el tercer lugar en la lista de los más votados para ser representante del capítulo general de la congregación para el año 2020.

Biani López Antúnez, víctima de Martínez Suárez cuando tenía ocho años, acusó que Aurora González, académica del Instituto Cumbres en Cancún, era la persona que sacaba a los alumnos de sus clases para llevarlos con el sacerdote.

En su caso, dijo, los daños que causaron los abusos han sido permanentes. Hasta el día de hoy sigo sufriendo las secuelas y apenas soy capaz de hablar, de dar mi cara, mi nombre y de alzar la voz.

López Antúnez denunció también que la empresa Praesidium no tomó en cuenta su testimonio y le confirmaron que la investigación no sería exhaustiva.

Esta investigación fue deficiente y es una disculpa a medias que no nos sirve para absolutamente nada más que para revictimizarnos, dijo.

David Peña, representante legal de las víctimas, dijo que en los próximos días presentarán una denuncia penal contra el sacerdote y sus cómplices en la Fiscalía de Quintana Roo.