Informe de HRW sobre abuso policiaco en Chile
Miércoles 27 de noviembre de 2019, p. 27
Santiago. El presidente Sebastián Piñera concretó ayer el envío al Parlamento de un proyecto de ley que lo faculta a sacar a la calle a los militares, mientras Human Rights Watch (HRW) concluyó que en la represión de la protesta social se cometieron graves violaciones a los derechos humanos, que incluyen uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos en detención
.
Chile fue escenario el lunes de una nueva jornada de huelga general que movilizó a miles de trabajadores de los sectores público y privado, afectando servicios como el portuario y del transporte, a la vez que por todo el país se llevaron a cabo manifestaciones, marchas y un cacerolazo generalizado en horas de la noche.
De aprobarse la pretensión gubernamental, que Piñera justifica en la necesidad de proteger lo que describe como infraestructura crítica
, no sería necesario que se decrete un estado de excepción, restringiendo garantías constitucionales como el derecho a reunión o movilización, como sí ocurrió en octubre cuando estallaron las movilizaciones sociales.
La iniciativa, cuya aprobación es incierta porque el oficialismo no dispone de mayorías ni el Senado ni en la Cámara de Diputados, fue ingresada para discusión inmediata
, es decir, debe tramitarse en un plazo de seis días en cada una de las cámaras. Pero ha puesto presión a parlamentarios opositores por el argumento de que colocar a los militares a cuidar servicios como el agua potable o la electricidad, supuestamente amenazados, permitiría destinar más policías a restablecer el orden público, una demanda creciente de la población que ha visto la incapacidad gubernamental en impedir saqueos, pillaje y el vandalismo que han contaminado la legitimidad del alzamiento social iniciado el 18 de octubre.
En otro orden, HRW entregó a Piñera un informe de 18 páginas con testimonios e imágenes, elaborado tras entrevistar a 70 víctimas de la violencia policial, además de carabineros, médicos, abogados y representantes de la sociedad.
Hay cientos de preocupantes denuncias sobre uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos contra detenidos, como golpizas brutales y abusos sexuales, que no pueden quedar impunes y deber ser pronta y rigurosamente investigadas
, denunció la ONG.
Agregó que el uso indiscriminado e indebido de armas y escopetas antidisturbios; los abusos contra personas detenidas mientras estaban a disposición de las autoridades y sistemas de control internos deficientes facilitaron que se dieran graves violaciones de los derechos de muchos chilenos. Es justamente por ello que las autoridades deben impulsar una reforma policial urgente
.
El informe calificó de particularmente alarmante
el uso a mansalva de perdigones. La escopeta antidisturbios causó más de 220 lesiones oculares documentadas. El 17 de noviembre, el Ministerio de Salud reportó que 16 personas habían perdido la visión total en un ojo y que 34 habían sufrido heridas graves en un ojo que podrían resultar en pérdida de visión total o parcial, de acuerdo con su evolución en los siguientes tres meses
, sostuvo.
HRW puso énfasis también en las vejaciones sexuales, precisando que carabineros obligaron a detenidos, incluidos niños y niñas, a desvestirse y hacer sentadillas totalmente desnudos en comisarías
.
El presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Carlos Margotta, cuestionó el informe de HRW, porque a diferencia de Amnistía Internacional, no responsabilizó al gobierno, algo que desde el palacio de La Moneda se encargaron de destacar.
Libera de toda responsabilidad a quienes son los responsables, que han permitido en su condición de autoridad esta verdadera política de violaciones a los derechos humanos. Por eso se valora (desde el gobierno), porque al final de cuentas hay un corte entre las autoridades y los autores materiales
, explicó.
“HRW encapsula la responsabilidad en los autores materiales, esa es sin lugar a dudas una explicación obvia de por qué hay una valoración de este informe“, declaró Margotta a la Radio Universidad de Chile, calificando a la organización de regalona de los gobiernos de derecha de Latinoamérica
.