Saltillo, Coah., En México hay siete millones de viviendas abandonadas, por encontrarse en lugares inhabitables, expuestos a inundaciones y a contaminación, o bien en zonas de alta inseguridad; no obstante, hay un déficit de casas habitación de 5 millones, sobre todo en el sureste del país, lamentó Eduardo López Moreno, director interino de ONU-Hábitat, el programa de Naciones Unidas para los asentamientos humanos.

En el sureste mexicano ocho de cada 10 viviendas no reúnen las condiciones para decir que son adecuadas, afirmó. Faltan fácilmente cinco millones de viviendas en el país; algunas existen, pero se encuentran en asentamientos informales, lugares carentes de condiciones no solamente de la vivienda misma, sino de la infraestructura y también del espacio público, equipamiento, las amenidades necesarias, expuso.

Añadió que el rezago de vivienda se acumuló en el país durante los últimos 20 años, debido a la especulación del sector inmobiliario, y a la complicidad de autoridades municipales con empresarios para extender los permisos de construcción y autorizar el cambio de uso de suelo para construir viviendas en lugares inadecuados.

López Moreno participó ayer en el Foro internacional para la vivienda adecuada y urbanismo sostenible, que organizó el gobierno de Coahuila, uno de los estados con mayor cantidad de viviendas deshabitadas en el país.

El especialista consideró que ningún esfuerzo para combatir la pobreza y marginación será suficiente, mientras las ciudades carezcan de vivienda digna y espacios de urbanismo adecuados.

Consideró que “nadie puede tener crecimiento y prosperidad y echarla a un caño con viviendas abandonadas o subutilizadas.

Si las viviendas no están ocupadas, la mayoría de las veces se debe a que son inhabitables, no sólo por el espacio en sí, sino porque no tiene transporte, no hay escuela cerca, ni centros de salud.

Muchas de esas casas se construyeron a 20 kilómetros de distancia de la ciudad, además, alrededor de muchas hay un gran riesgo de inseguridad, no hay policías, no hay orden y muchos inmuebles se construyeron en zonas inundables, o cerca de fuentes de contaminación.