La Plaza México será testigo esta noche de un encuentro excepcional de experiencia contra juventud. Roger Federer, considerado el mejor tenista de todos los tiempos, hará su primera aparición en el país como profesional en un encuentro de exhibición denominado The Gratest Match, frente al alemán Alexander Zverev, el joven representante de la nueva sangre del deporte blanco.

Las localidades del inédito encuentro de tenis en la México, con capacidad para 41 mil 262 personas, aparecieron como agotados en línea desde los primeros minutos que salieron a la venta y aun ayer se encontraban en costos sobrevaluados en la reventa en ventas electrónicas.

Los precios oficiales, cedidos a la empresa Superboletos, iban de los 9 mil 500 pesos en las butacas de barrera, hasta 450 en zona general, pero conforme pasaban los días, fueron incrementando su valor en las decenas de sitios de reventa electrónica. Por ejemplo, Safe Tickets oferta las más económicas en 2 mil 200 pesos, hasta 30 mil 133.30 pesos las localidades más cercanas a la cancha.

Ajeno a la industria de la reventa, Federer, máximo ganador de títulos de Grand Slam, con 20 trofeos en su vitrina, realizará su segunda presentación en México, ya que el suizo viajó a esta ciudad en 1996 con 15 años de edad, y dos antes de realizar su debut en el circuito de la Asociación de Tenistas Profesionales.

Fue en la extinta Copa Juvenil Casablanca, disputada del 23 al 29 de diciembre de ese año, cuando perdió en la segunda ronda a manos del alemán Sebastien Aickle.

Federer, de 38 años de edad y actual número tres del mundo, Zverev, de 22 años y siete del orbe, iniciaron el lunes la gira latinoamericana en Santiago de Chile, en medio de la crisis social que obligó a la suspensión de otros actos deportivos, entre ellos el amistoso de futbol de la selección chilena ante Bolivia.

La exhibición de Federer fue hasta el momento la única justa deportiva de interés internacional que se ha podido disputar luego que comenzó la crisis el 18 de octubre pasado. La gira tenística continuó en Argentina el miércoles, pero la exhibición de anoche en Bogotá fue cancelada por toque de queda en esa ciudad.

Tras viajar toda la noche, es esperado para una conferencia de prensa en un hotel de esta Ciudad de México, y tras un entrenamiento de dos horas y al terminar el partido en la México, Federer y Zverev viajarán por la noche a Ecuador para terminar allá la gira mañana domingo.

Su Majestad, como se le conoce a Federer, llegó a Santiago en una de las jornadas más tranquilas desde que hace un mes estallara una crisis social en Chile, que ha dejado 22 muertos, pero que no evitó que los seguidores del suizo llenaran prácticamente los 13 mil asientos del pabellón Arena Santiago.

Federer y Zverev, séptimo de la ATP y quien lo acompaña en una gira por Sudamérica, fueron escoltados desde un hotel de la capital chilena hasta el recinto deportivo donde los fanáticos estallaron de emoción cuando el múltiple campeón salió a la cancha. Algo similar sucedió en el estadio Maty Terán de Weiss de Buenos Aires,

Sin embargo, la exhibición en Bogotá, que había sido adelantada finalmente fue suspendida debido al toque de queda en la ciudad ante acciones, saqueos y desórdenes de manifestantes en varias localidades del territorio metropolitano, y el mismo Roger Federer, entre lágrimas, anunciaba también que por motivos de seguridad no se puede jugar.

Y es que al margen de la situación política de cualquier país, Federer pertenece a una categoría de campeones envueltos en una mercadotecnia mundial, fenómeno que inició en los años 90 con la integración del comercio global y figuras como Michael Jordan, Tiger Woods, Ronaldo Nazario y Michael Schumacher. Como ellos, Federer representa dominio, instinto, récords y profesionalismo, así como la habilidad de ser una exitosa marca individual.

Roger es un ícono global. Lo que lo hace tan atractivo para todas las grandes empresas es el hecho de que es suizo. Suiza es un país pequeño con una asociación de lealtad, lujo, precisión y perfección. Ahora, ya sea en Francia, Asia, Estados Unidos o en otro lugar, es bienvenido como si estuviera en casa. Es como si la neutralidad de su país lo convirtiera en un ciudadano global, explicó durante la gira Tony Godsick, gerente de marca del tenista.