El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm) entregó ayer por la noche los Premios 2019 a la trayectoria de investigadores e historiadores, así como a la investigación histórica y proyectos de tesis de licenciatura y posgrado en una ceremonia realizada en la sede de esa institución en la capital.

Los galardones por trayectoria reconocieron este año a Adolfo Gilly, colaborador de La Jornada; Rebeca Monroy, Jacinto Barrera Basols y Carlos Barreto, fallecido en octubre pasado, tres hombres y una mujer quienes se han destacado por su contribución a la investigación, reflexión y difusión del conocimiento histórico, declaró el director del Inehrm, Felipe Ávila Espinosa. También se reconoció con mención honorífica a Laura Estela Espejel López.

En un video, los galardonados y familiares Barreto Mark y Jacinto Barrera hablaron un poco de lo que significa este reconocimiento, pero una falla en el sonido impidió escuchar con claridad las palabras de Gilly, quien habló acerca de su encuentro con Daniel Cosío Villegas, y es que el premio otorgado al autor de La Revolución interrumpida lleva el nombre del fundador del Fondo de Cultura Económica.

Ese encuentro ocurrió en 1966, cuando Gilly estuvo preso en Lecumberri, donde las autoridades permitieron el ingreso de libros y revistas para que los reos políticos estuvieran tranquilos. A la celda 18 llegaron los tomos de Historia moderna de México, dirigida por Cosío Villegas. Su hijo recibió en su representación el Premio Daniel Cosío Villegas a la trayectoria en investigación histórica sobre México contemporáneo.

También se entregaron cuatro galardones y dos menciones honoríficas a jóvenes recién egresados de licenciatura, maestría y doctorado en historia o carreras afines, cuyas tesis representan una importante contribución al conocimiento de la independencia, la reforma, la revolución y la historia cultural y diplomática, agregó el director del instituto durante su discurso.

▲ El académico de la UNAM y autor de El Cardenismo: una utopía mexicana, en una gráfica de 2018.Foto La Jornada

Otros 10 premios fueron destinados a proyectos de tesis de investigación histórica que se realizarán en 2020 y que cuentan con un estímulo económico para que los ganadores puedan terminar sus trabajos en un año.

Estos premios y reconocimientos forman parte de las actividades que lleva a cabo el Inehrm para reconocer y promover la investigación histórica y para cumplir con la encomienda que nos ha hecho el gobierno de la República y, en particular, que nos ha instruido la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, que es la de promover la investigación, la reflexión y la difusión de la historia de una manera crítica, plural e incluyente.

En nombre de los galardonados, Rebeca Monroy dio un discurso en el que trazó una breve semblanza de sus copremiados y destacó su importancia en diversos aspectos de la investigación histórica nacional.

Cada uno de ellos es una pieza clave en el ajedrez de la historia y los diversos archivos de la memoria, y subrayó que refrendamos el decir no al olvido y ejercer oficio no para generar un conocimiento comprometido, concientizado y transgresor, para difundirlo, discutirlo hacerlo llegar a pares, nones, alumnos y a una mayor población que tiene derecho a conocer su identidad, su historia profunda, rasgada, emancipada, resguardada en las diversas memorias que merecen más espacios de difusión, discusión y escrutinio.

Natalia Toledo dijo eN un breve discurso: La historia, para nosotros, la gente que habla el lenguaje de las nubes, está vinculada con la palabra y el papel, sigue siendo el soplo de la tradición, la vieja saliva que se gasta y desgasta al estar contando sucesos del ayer, de antaño, de lo que contaron las abuelas.