Con la participación de 3 mil 133 personas –la mayoría integrantes de las fuerzas armadas– y 2 mil 980 caballos, ayer se conmemoró el 109 aniversario de la Revolución Mexicana.

El festejo incluyó la escenificación en el Zócalo de etapas históricas de la nación, desde la toma de Tenochtitlán, en el siglo XVI, hasta la expropiación petrolera, en 1938. Cientos de elementos de las fuerzas armadas y de la Guardia Nacional interpretaron con ahínco cada pasaje, mientras otros leían el guión.

El propósito fue explicar los momentos que precedieron a la Cuarta Transformación, bandera del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez, y los secretarios de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, almirante Rafael Ojeda, el mandatario presenció el desfile desde el balcón central de Palacio Nacional.

La apertura de la parada fue espectacular, con mandos del Ejército montados en percherones e integrantes del cuerpo ecuestre realizando sus mejores acrobacias. Un jinete resultó lesionado cuando su caballo resbaló frente al balcón presidencial; más tarde se informó que era atendido en el Hospital Militar.

Muy entusiasta resultó la participación de charros y elementos de las policías montadas de 22 entidades del país.

En total se utilizaron 40 estandartes nacionales, 51 vehículos temáticos, dos piezas de artillería y tres aeronaves.

La clase de historia, como la llamó hace unos días el presidente López Obrador, continuó con la puesta en escena y el desfile de pasajes y protagonistas de la Revolución Mexicana, desde el Zócalo hasta el Campo Marte, avanzando por Paseo de la Reforma, donde se vio desfilar, por ejemplo, a los Hermanos Flores Magón y a Francisco I. Madero con su bombín, montado en un caballo blanco.