A una semana de que el empresario canadiense Guy Laliberté, fundador del Circo del Sol, fue detenido, y después puesto en libertad, por cultivar mariguana en una isla privada, se ventiló su vida de excesos: pérdidas millonarias en el póquer, organizar fiestas desenfrenadas, viajar al espacio y supuestos vínculos con el narcotráfico, aunque de esto último se deslindó, pues dijo que la cannabis la cultivaba para uso medicinal y recreativo.

Laliberté fue acordeonista y tiritiritero. Tras emprender su negocio circense en los años 70 se volvió un excéntrico millonario, incluso es uno de los primeros turistas espaciales en el mundo.

Acerca de su detención por el cultivo de mariguana, su compañía de inversión en tecnología e innovación con sede en Montreal, Lune Rouge, señaló hace unos días que Laliberté, de 60 años, fue interrogado sobre la cannabis. Informó que el cultivo de la planta era para uso personal y lo practicaba en su residencia en Nukutepipi, una pequeña isla localizada en Polinesia Francesa.

En un comunicado, firmado por Anne Dongois, jefa de comunicaciones de Lune Rouge, se señaló que Laliberté categóricamente se niega y aparta por completo de los rumores que lo involucran en la venta o el tráfico de sustancias, El documento lo define como un consumidor de cannabis medicinal.

Esa isla es una especie de lujoso resort que el magnate renta en cerca de un millón de dólares semanales; tiene capacidad máxima para 50 huéspedes.

Entre las andanzas del empresario también se ha ventilado que le gusta el póquer. Versiones aducen que participa en muchas de las compras de apuestas más altas del mundo, aunque también ha tenido pérdidas que suman 30 millones de dólares. Además, tiene un papel destacado en torneos en vivo de alto riesgo, ya sea como jugador y/o organizador.

En Ibiza también ha dejado huella. Es reconocido en ese lugar porque en su mansión organiza juergas históricas en las que todo es permitido. Se asegura que esas fiestas acababan en verdaderas orgías en las largas noches veraniegas en la isla.

Guy Laliberté fundó el Circo del Sol en 1984 en Montreal, con lo que convirtió la pasión por las acrobacias y los actos circenses en un imperio mundial del entretenimiento. En 2015, un consorcio liderado por la firma de capital privado estadunidense TPG Capital Management adquirió una participación mayoritaria de la compañía, con un fideicomiso familiar de Laliberté que retuvo una participación de 10 por ciento.