Washington. Estados Unidos ya no considera que los asentamientos judíos establecidos por Israel en el territorio palestino ocupado de Cisjordania infrinjan el derecho internacional, anunció ayer el secretario de Estado, Mike Pompeo.

Tal declaración coloca a Washington en desacuerdo con prácticamente todos los países y con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y se da justo cuando el centrista Benny Gantz intenta formar un gobierno para remplazar al primer ministro Benjamin Netanyahu, aliado cercano del presidente estadunidense, Donald Trump.

Después de estudiar cuidadosamente todos los aspectos del debate legal, este gobierno está de acuerdo en que el establecimiento de asentamientos civiles israelíes en Cisjordania no es, en sí mismo, incompatible con el derecho internacional, sostuvo Pompeo.

La Autoridad Nacional Palestina, a su vez, denunció que Washington no está calificado o autorizado para anular las disposiciones del derecho internacional y no puede legalizar las colonias israelíes.

Netanyahu respondió que el cambio de Estados Unidos corrigió un error histórico para los 600 mil colonos israelíes que viven en Cisjordania y Jerusalén oriental entre unos 2.9 millones de palestinos.

La medida se ha interpretado como un impulso para Netanyahu, quien lucha por mantenerse en el poder.

Hasta ahora la política estadunidense se basaba en una opinión legal emitida por el Departamento de Estado en 1978, la cual decía que el establecimiento de asentamientos en los territorios palestinos capturados una década antes por Israel iba en contra del derecho internacional.

Si bien Washington solía vetar las medidas del Consejo de Seguridad contra Israel, el ex presidente Barack Obama permitió la aprobación de la resolución 2334 que calificó los asentamientos israelíes de violación flagrante del derecho internacional.

En contraste, Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel y cortó la ayuda a la agencia de la ONU que brinda educación a los refugiados palestinos.

Pompeo agregó que la administración de Estados Unidos, cuya base cristiana evangélica es proisraelí, rechaza el enfoque de la administración de Obama, aunque negó que se estuviera dando luz verde a Israel para construir más asentamientos.

Según el grupo activista Peace Now, en lo que va del año Israel aprobó la construcción de 8 mil 337 unidades de vivienda, un aumento de 50 por ciento respecto del año anterior que compromete la viabilidad de una solución de dos estados.

La Unión Europea reiteró que considera ilegales las colonias judías en Cisjordania.