La Habana cumple medio milenio de ser protagonista de los grandes sucesos históricos
a ciudad por donde pasaron el oro que enriqueció a Europa y miles de esclavos negros cuya sangre se mezcló en América, que fue asolada por piratas, donde se instalaron casinos para turistas estadunidenses y luego se consolidó una revolución socialista, está de aniversario.
La Habana cumple 500 años llena de contrastes, entre edificios de alta tecnología devenidos en súper hoteles que captan los recursos necesarios para la pobre economía isleña y casonas centenarias a medio caerse.
La metrópoli, con sus 2.1 millones de habitantes, llega al medio milenio con enormes retos por superar, como el mantenimiento de sus deteriorados valores arquitectónicos, la renovación de su infraestructura, el impacto de las sanciones comerciales de Estados Unidos, la migración de jóvenes y los efectos del cambio climático.
Aunque los tiempos son de dificultades económicas en Cuba, las autoridades organizaron toda clase de actividades para conmemorar el aniversario. Dan retoques a toda prisa a las calles y los monumentos, pusieron luminarias y colocaron adornos mientras se espera la visita de los reyes de España y hay espectaculares fuegos artificiales en el emblemático Malecón.
No me miro en ningún otro lado del mundo. Es un amor profundo. La Habana Vieja, donde yo vivo, la llevo en la piel
, dijo a Ap María de los Ángeles Matamoros, una pensionada de 70 años, quien desde hace 50 reside en una vecindad donde una veintena de familias improvisaron entrepisos –aquí llamados barbacoas– para duplicar los espacios habitables.
Hasta enero del año pasado ella y sus vecinos no tenían agua corriente estable y hasta los años 80 del siglo pasado los baños eran colectivos.
Buena cantidad de capitales latinoamericanas muestran sus centros plagados de rascacielos vidriados y centros comerciales sin más vida que la de los horarios de oficina. Pero La Habana, y sobre todo la parte antigua, quedó arquitectónicamente congelada luego de la revolución de 1959.
Como en toda Cuba los habaneros enfrentan muchas penurias económicas, buena parte de ellas generadas por el embargo estadunidense con el fin de presionar por cambios en el modelo político de la isla.
Pero de ninguna manera cambian el orgullo de los habaneros. Iris Flores, secretaria en una empresa estatal y de 57 años, reconoció los enormes desafíos que tiene la ciudad, pero no hay quien le quite el placer de atravesar la bahía y mirar desde el Castillo de los Tres Reyes del Morro –mejor conocido como castillo del Morro– el perfil de su urbe. Nací y creo que voy a morir en La Habana
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Ap