Exposición en la galería José María Velasco, que forma parte del Festival FotoMéxico
Domingo 17 de noviembre de 2019, p. 2
Mujeres que miran hacia la cámara. Diferentes oficios. Diferentes orígenes. Todas ellas en complicidad con la fotógrafa Lourdes Almeida. Son cerca de 150 retratos seleccionados de la serie Mujeres de cuerpo entero, que se realizaron en las décadas 80 y 90 del siglo pasado, y que ahora se presentan en la exposición Cómplice, en la galería José María Velasco, en el contexto del Festival FotoMéxico.
Las imágenes se presentaron por primera ocasión en 1989, “y ahora el curador Alfredo Matus decidió retomar este proyecto que entonces se llamaba Mujeres de cuerpo entero. Platicando con él sobre qué es el retrato para mí, qué esperaba de cada mujer que retrataba, le comenté que lo que más me interesa al hacer el retrato es la complicidad. La complicidad no sólo de la mirada y de estar con las mujeres, muchas de ellas anónimas, darles un espacio en el tiempo para mostrar su valentía, su importancia en este mundo por toda la labor que hacen –o que hacemos: las mujeres siempre estamos en complicidad con el otro”, dice en entrevista.
En esta exposición, el visitante va a encontrar solamente mujeres y sus miradas; sin embargo, todas ellas tienen un oficio, una carrera, trabajan. La intención es hacer presente en la sociedad que las mujeres somos importantes, nuestro trabajo es importante, somos fundamentales en la sociedad y no podemos permitir que haya feminicidios, algo tiene que pasar para terminar esto. Tal vez la importancia de la exposición sea esa presencia y mostrar todo lo que hacemos, cuidarnos nosotras mismas, pero también cuídennos
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Migrantes, un proyecto con toque personal
Loudes Almeida nació en la Ciudad de México en 1952. Desde hace 47 años se dedica a la fotografía, siendo el retrato una parte fundamental de su obra. Recién en mayo pasado presentó Zapatos de migrantes, uno de sus proyectos más grandes junto con Retrato de familia y Mujeres de cuerpo entero.
Siempre me ha gustado mucho el retrato, pero en complicidad. No soy de retratos robados, incluso con los migrantes, que es una parte muy difícil, porque al menos las personas con las que estuve cerca están muy frágiles, muy vulnerables. Llegar y hacer su retrato y todo eso, pero cuando platicas con ellos y sienten esa empatía, aceptan participar. Realmente quería que me permitieran retratar sus zapatos, pero el dueño de éstos es importante también. Por eso me decidí a hacer retratos; finalmente sentí que eran tan buenos que no se podían quedar afuera.
es hacer presente en la sociedad que las mujeres somos importantes y no podemos permitir que haya feminicidios.Foto Roberto García Ortiz
Así es como la fotografía se va encargando de los diversos problemas que nos tocan. “No soy documentalista; mi principal trabajo es la foto construida; sin embargo, tengo tres proyectos que son los más grandes, como Retrato de familia, éste de mujeres y el de los migrantes, que sí son proyectos documentales pero con una mirada muy personal”.
Interpretación por medio de la lente
Para ella, la fotografía es una interpretación de la realidad. Lo que hay en las imágenes no es la realidad, todos la manipulamos desde el momento en que pasa por nuestro punto de vista. Desde que alguien toma una cámara ya está manipulando la realidad, pero sí nos permite ver fragmentos de ésta, es como los historiadores: cuentan la historia desde sus puntos de vista
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En mi trabajo, añade, “me gustaría transmitir lo que quiero decir. Ahora, en esta etapa de mi vida, soy abuela, soy de la tercera edad, estas cosas maravillosas que te permiten reflexionar sobre toda una vida. Me encantaría transmitir cosas que valgan la pena, desde lo lúdico hasta lo más profundo, porque según el estado de ánimo tengo que estar cambiando, me gusta divertirme y reírme, a pesar de que no vivimos tiempos fáciles.
Por otro lado, que estas imágenes también logren hacer reflexionar a la gente y generar empatía, por ejemplo, con los migrantes. Para mí, lo más importante era este mensaje de ayudarlos, no los rechacemos, tratemos de comprender qué pasa, por qué la gente se va, por qué necesita cambiar de país, tengamos conciencia, salir de nuestra burbuja.
A la par de Cómplice se presenta la serie Fotógrafo de ocasión, de David Magaña, y el trabajo del colectivo feminista Makalipt con la exposición fotográfica Mujeres trabajando en Tepito, resistiendo y creando. La pieza del mes es de Angélica Carrasco.
Cómplice se inauguró este sábado y permanecerá hasta el 19 de enero de 2020 en la galería José María Velasco (Peralvillo 55, colonia Morelos), con horarios de martes a domingo de 9 a 18 horas, y los miércoles hasta las 20 horas.