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Gobierno ordena ayuda de emergencia por 21.7 mdd para Venecia
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▲ El premier italiano, Giuseppe Conte (a la izquierda), recorrió ayer en un bote taxi los canales de Venecia para inspeccionar los daños que provocó la marea alta a la ciudad.Foto Afp/Filippo Attili/Palacio Chigi
 
Periódico La Jornada
Viernes 15 de noviembre de 2019, p. 33

Venecia. El gobierno italiano decretó el estado de emergencia para la ciudad de Venecia, colapsada por las inundaciones, y se prepara para otros episodios de marea alta, lo que pone en riesgo el futuro de la localidad, considerada una de las maravillas del mundo.

Una reunión de gabinete aprobó un decreto especial que incluye 20 millones de euros (21.7 millones de dólares) en ayuda financiera inmediata para que este patrimonio de la humanidad se recupere de la inundación más grave sufrida en 50 años.

Giuseppe Conte, primer ministro italiano, describió las inundaciones como un golpe al corazón, después de pasar la noche en la ciudad, donde el agua dañó monumentos, viviendas y negocios.

Los daños se calculan en cientos de millones de euros y gracias al decreto de emergencia se liberarán fondos para indemnizar a la población; 5 mil euros para privados y 20 mil para empresas”, precisó Conte.

Pese a que los 50 mil habitantes del casco histórico iniciaron la jornada con las sirenas que alertan sobre las mareas altas, el nivel del ayer fue menos preocupante, con 1.13 metros de altura.

Los venecianos intentaban recuperarse después de la dramática marea del martes por la noche, que alcanzó 1.87 metros, el segundo nivel más alto de la ciudad después del 4 de noviembre de 1966 (1.94 metros), que inundó 80 por ciento de la ciudad.

Muchas tiendas, hoteles, museos y escuelas permanecieron cerrados y varios hoteles recibieron cancelaciones. Venecia recibe 36 millones de turistas al año.

Ante la fragilidad de una de las joyas de la arquitectura bizantina, el gobierno convocó para el 26 de noviembre una reunión del comité especial sobre Venecia para analizar sus problemas de infraestructuras.

Aunque el agua bajó en la Plaza San Marcos, la zona permaneció parcialmente inundada y se espera un nuevo nivel máximo para la mañana de este viernes. Algunos turistas se divirtieron al atravesarla con botas altas de plástico, una experiencia que muchos consideraron inolvidable.

También se reportaron daños en la galería de arte moderno Ca’ Pesaro, donde un cortocircuito provocó un incendio. En el teatro La Fenice las autoridades optaron por cortar la electricidad por precaución.

Para los próximos días, las previsiones del centro de mareas local calculan para el viernes un pico importante de 1.45 metros. Una verdadera pesadilla para la ciudad, que debate desde hace años sobre los sistemas más adecuados para protegerla de las inundaciones, por lo que algunos han llegado incluso a proponer que sea transformada en un gigante museo, inhabitada, para evitar su desaparición.

Para muchos el temor es que Venecia desaparezca y que el fenómeno de mareas altas se vaya comiendo poco a poco la ciudad junto con su inmenso patrimonio artístico.

La elevación de los niveles del mar a causa del cambio climático junto con el muy documentado hundimiento de la ciudad construida entre un sistema de canales, la vuelven particularmente vulnerable a los elementos.

El ministro italiano de Medio Ambiente, Sergio Costa, reconoció la víspera que las causas del desastre son la consecuencia directa del cambio climático y de la tropicalización de los fenómenos meteorológicos con precipitaciones violentas y fuertes ráfagas de viento.

Todos esos interrogantes serán abordados en la reunión de finales de noviembre, entre ellos el plan para evitar el paso de grandes cruceros por sus canales y el controvertido megaproyecto Mose (Moisés), ideado hace 30 años y que todavía no entra en funcionamiento.

El complejo y costoso sistema de compuertas que comenzaron a construir en el exterior de la laguna en 2003 debía quedar terminado en 2016, pero ahora se informa que no estará listo antes de 2021, en medio de casos de corrupción.

Mientras el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, demanda que el Mose quede listo lo antes posible, los ecologistas tildan el megaproyecto de faraónico, costoso, viejo e inadecuado.