Ciudad De Gaza. Milicias palestinas dispararon ayer desde la franja de Gaza una andanada de proyectiles hacia territorio israelí, horas después de la entrada en vigor de una tregua que ponía fin a dos días de intensos enfrentamientos entre Israel y el grupo extremista Yihad Islámica. El ejército israelí declaró roto el alto el fuego al afirmar en Twitter: Estamos atacando objetivos terroristas de Yihad Islámica en Gaza.

Al menos 34 palestinos, incluidas tres mujeres y ocho niños, han muerto hasta el momento en la mayor escalada de violencia en meses, que tiene paralizadas varias partes de Israel.

Un error de los servicios de inteligencia israelíes provocó la muerte de ocho miembros de una familia palestina en la franja de Gaza. Todos fallecieron en un bombardeo israelí contra su vivienda en Deir al Balah, sur de la franja de Gaza, indicó el Ministerio de Salud en este territorio controlado por islamitas del movimiento Hamas.

Esto elevó el balance de muertos a 34 desde el pasado martes, cuando el ejército israelí comenzó el bombardeo contra objetivos de Yihad Islámica en represalia por los más de 350 cohetes lanzados contra Israel, según datos del ejército.

Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad por los proyectiles que rompieron el alto el fuego.

Israel presentó su operación en Gaza como una victoria, defendió su política de atacar a miembros de Yihad Islámica en sus viviendas, pese a las bajas civiles, y prometió continuar con la táctica.

El grupo Yihad Islámica había informado sobre una tregua. El acuerdo negociado por Egipto entró en vigor a las 5:30 de la mañana de ayer, según Musab Berim, vocero de la milicia, al tiempo que un portavoz militar israelí tuiteó que la operación en la franja de Gaza había terminado.

Incluso algunas de las restricciones impuestas a residentes en el sur de Israel se levantaron y los autos volvieron a circular por las calles del territorio costero palestino.

Sin embargo, tras unas horas de calma, los cohetes disparados desde Gaza hicieron sonar las alarmas antiaéreas en el sur de Israel y pusieron a prueba el frágil acuerdo.

El episodio de violencia comenzó el martes, cuando el ejército israelí mató a Baha Abou al Ata, comandante de Yihad Islámica, grupo armado respaldado por Irán, y a su esposa Asma.

En respuesta, Yihad Islámica lanzó unos 350 cohetes contra Israel, que respondió con decenas de bombardeos contra posiciones de este grupo islamita.

El ejército israelí acusa a Yihad Islámica de utilizar escudos humanos para protegerse.

Hamas, el grupo insurgente que gobierna el territorio palestino, que es más grande y tiene más poder que Yihad Islámica, se quedó al margen de la confrontación.

El emisario de Naciones Unidas para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, llegó el miércoles a El Cairo para tratar de frenar esta nueva escalada de violencia con ayuda de los egipcios que tienen una fuerte influencia en Gaza y mantienen relaciones oficiales con Israel.