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Es la peor inundación desde 1966

Severos daños al patrimonio de Venecia por marea alta

Bajo el agua, 80 por ciento de la ciudad; es apocalíptico, lamenta el gobernador de Véneto

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▲ En la Plaza de San Marcos paseantes hicieron recorridos con agua sucia hasta las rodillas.Foto Afp
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▲ Góndolas a la deriva en las calles inundadas.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de noviembre de 2019, p. 29

Venecia. Venecia, una de las ciudades más bellas del mundo, quedó conmocionada ayer tras la excepcional acqua alta (marea alta) que provocó incalculables daños a su patrimonio artístico e inmobiliario, y se teme que el fenómeno se repita en los próximos días.

La situación es dramática, el mal tiempo nos preocupa y la población sufre, reconoció el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, al llegar a la ciudad de 3 mil 500 habitantes para hacer frente a una las peores emergencias que ha sufrido este lugar que es patrimonio de la humanidad.

Hemos sufrido daños por cientos de millones de euros, lamentó a su vez el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, quien solicitó el reconocimiento del estado de catástrofe natural.

Un desastre apocalíptico, nos preparamos para nuevos episodios, advirtió el gobernador de la región del Véneto, Luca Zaia, quien calcula que cerca de 80 por ciento de la ciudad quedó bajo el agua.

La noche del martes la marea subió 1.87 metros sobre el nivel de referencia, cubriendo buena parte de la Ciudad de los Dogos e inundando hoteles de lujo, museos, tiendas y habitaciones privadas.

Se trató de la segunda acqua alta más importante en Venecia desde 1923, después de la del 4 de noviembre de 1966 (que alcanzó 1.94 metros).

Según medios italianos, la marea causó la muerte de un hombre de 78 años, quien falleció electrocutado mientras intentaba encender los focos de su casa inundada, y de otro residente.

El nivel de la marea bajó a 1.10 metros ayer por la mañana, pero se anuncian nuevas mareas hasta el viernes, al ritmo de dos por día, según el Centro de Previsión de las Mareas de Venecia, que también quedó afectado.

Las autoridades decretaron el cierre de escuelas, así como de varios museos, mientras el teatro La Fenice suspendió presentaciones.

Entre los monumentos más afectados figura la basílica bizantina de San Marcos, donde se podían ver arremolinadas las aguas sucias y saladas alrededor de las tumbas de mármol de su célebre cripta.

Según Pierpaolo Campostrini, administrador del monumento, una inundación como la del martes sólo ha ocurrido cinco veces en la historia de la basílica, construida en 828 y reconstruida después de un incendio en 1063. El dato más preocupante es que de estos cinco incidentes, tres fueron en los últimos 20 años, el último en 2018.

Estos son efectos del cambio climático, tuiteó el alcalde Brugnaro tras recorrer la ciudad.

Fue apocalíptico, nos dejó la piel de gallina, contó Marina Vector a AFP-Tv, mientras junto con su esposo drenó el agua de su tienda de máscaras venecianas.

Decenas de barcos y góndolas fueron arrastradas por las aguas. El servicio de guardacostas emitió un aviso de peligro.

Millonario proyecto inacabado

Las críticas y la indignación crecen debido a que el Módulo Experimental Electromecánico (Mose, por sus siglas en italiano), millonario proyecto de impermeabilización elaborado por un grupo de empresas privadas encabezadas por la Fiat, nunca fue puesto en marcha, pese a que desde hace tres años debía salvar de las mareas altas y proteger el patrimonio artístico de Venecia.

Ideado en los años 80, se empezó a construir en 2003 y tenía que estar listo hace tres años, pero se retrasó por escándalos de corrupción y sobrecostos; hasta ahora se han invertido unos 7 mil millones de euros. Es el resultado de nuestra ineficacia, resumió el diario digital Fanpage.

El sistema de 78 diques móviles, uno de los planes más ambiciosos de ingeniería, que proyectaba cerrar la laguna al mar y evitar las inundaciones que sufre la ciudad formada por 118 islas, es hasta ahora una obra incompleta.

Después de años de críticas y polémicas vamos a completar el proyecto Mose en poco tiempo. Ya se ha avanzado 93 por ciento de la obra, anunció desde Venecia el primer ministro Conte, como primera respuesta ante la devastación.

Hoy el Mose es un fantasma, comentó el alcalde Brugnaro.

El megaproyecto ha sido blanco de numerosas polémicas por su enorme costo, ya que inicialmente saldría en 2 mil millones de euros, pero se disparó por casos de corrupción que llevaron a la detención, en 2014, del entonces alcalde Giorgio Orsoni y otras 34 personas.

No se sabe si funciona, se ha gastado mucho dinero y ha tenido fuerte impacto ambiental, comentó Mario Tozzi, geólogo y divulgador científico.

Pese a las controversias, el alcalde de Venecia pidió que la obra se termine.

Para el gobernador Zaia, del partido de ultraderecha Liga, es paradójico ver 5 mil millones de euros bajo el mar y no saber si funciona, y reiteró que la obra debe entrar en funcionamiento.

Los ecologistas, quienes no han dejado de oponerse al proyecto, consideran que el fenómeno se ha agravado por el cambio climático.

Creo que esto es peor que en 1966. Teníamos que estar preparados ya hace 50 años. El megaproyecto para defender Venecia jamás estará listo y además no habría resistido mareas y vientos tan fuertes como los del martes, comentó a radio Rai3 el arquitecto Cristiano Gasparetto, ex asesor para la urbanística de Venecia y dirigente del movimiento ecológico Italia Nuestra.

El país discute desde hace medio siglo cómo proteger Venecia, luego de que el 6 de noviembre de 1966 una marea gigantesca cubrió la Plaza de San Marcos.

Venecia, que cada año recibe más de 20 millones de turistas, se hundió casi 30 centímetros en un siglo y la mayoría de los sistemas naturales de protección se han debilitado debido, entre otras causas, al rápido desarrollo industrial de las localidades aledañas.

Las costas continentales y el Lido, que servían de barrera, se han erosionado y la ampliación de la vías de acceso al puerto de Venecia, Marghera, por donde pasan los buques petroleros, ha contribuido a agravar el fenómeno de las mareas altas, que corroe unos de los patrimonios artísticos y culturales más excepcionales del viejo continente.