Por la señal de TV UNAM será estrenado el viernes 15, a las 22 horas, el documental Virgilio Caballero: la voz de los sin voz, realizado por la periodista Elvira García. Se trata de una de nuestras producciones estelares de este año, expresó Iván Trujillo, director de TV UNAM, en la función de estreno.

Este es el cuarto documental de García, para quien fue claro que el siguiente sería Caballero (1942-2019) porque fue fundador de medios públicos, un hombre que innovó noticiarios, que decidió aventurarse por un esquema que nadie seguía en esa época de la televisión comercial, aun en la pública, que era ir con un menú más acotado, de menos noticias, y en cambio ir al fondo de la noticia.

El documental también es un homenaje al periodista que, en los medios que fundó o estuvo, le dio voz a las minorías indígenas, en especial a las mujeres indígenas, doblemente sojuzgadas. Fue un visionario porque desde los años 80 del siglo pasado habló de la migración, de las fronteras, tanto la del norte como la del sur, aunque también la del Caribe, de los partidos de oposición.

–¿Es Virgilio Caballero un periodista un poco olvidado?

–En parte porque no perteneció a un grupo de periodistas establecidos en la televisión privada, se fue por el camino de los medios públicos siempre menospreciados por la TV y radio privadas; entonces, no tuvo la fama, ni el prestigio, ni tantas puertas abiertas como lo pueden tener los personajes de los medios privados. Sin embargo, justo en esta aparente oscuridad o anonimato, hizo muchas cosas.

Tengo la impresión de que él no hacía mucha amistad con periodistas líderes de opinión que hoy conocemos o conocimos. No buscaba la fama. Por eso al final del documental le pregunto qué buscaba al ir a la política (al fallecer el 25 de marzo era diputado local de Morena). Para mí tuvo poder en su momento, aunque dijo que no; sin embargo, lo utilizó para hacer algo, no para presumir.

Para García, el reto mayor en la carrera de Caballero fue la fundación en 1998 del Canal del Congreso, que, además de ser un paso enorme en la historia del periodismo mexicano de los medios, abrió las puertas para que todo lo que se hace en lo oscurito tuviera luz.