James Buster Douglas fue un héroe efímero. Ante el asombro mundial, el desconocido en 1990 noqueó al hombre más temible de aquella época, el invicto Mike Tyson. Después de aquella sorpresa, la carrera del inesperado boxeador volvió al anonimato. La fama fugaz de aquel peleador es un riesgo para la repentina popularidad del primer mexicano que conquistó el campeonato de los pesados, Andy Ruiz, reconoce el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán.

Ojalá que esa no sea la suerte de Andy, señala; “Buster se hizo famoso por haber noqueado a la estrella del momento, pero después se acabó su carrera. Lo que enfrentará Andy en diciembre es la posibilidad de consolidarse, esperamos sinceramente que lo logre”.

Andy Ruiz saltó a la fama tras el nocaut al campeón de los pesos pesados, el británico Anthony Joshua, amplio favorito para ganar aquella pelea. La revancha, sin embargo, otra vez es una prueba en la que el mexicano aparece como el condenado a perder. El próximo 7 de diciembre en Arabia Saudita, le concede la revancha a Joshua, quien de nuevo salta como el favorito.

Su triunfo ya quedó en la historia. Ahora le queda por probar que puede llegar a otro nivel en la división de los pesados.

Sulaimán considera que en este momento la división de peso completo tiene una efervescencia con representantes como hacía décadas no se veía. Incluso consideró que de salir victorioso, Ruiz podría buscar la unificación con Deontay Wilder, el monarca del CMB.