La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó ayer a los partidos políticos opositores a un diálogo para pacificar al país, si bien excluyó a los comités cívicos regionales que exigen su renuncia, en medio de una fuerte tensión tras motines policiales, la toma de medios estatales y tres semanas de protestas.

Convoco al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales: son cuatro partidos, declaró Morales desde la base aérea de El Alto. También pidió a los policías que pongan fin a sus motines y retomen su labor de preservar la seguridad.

El mandatario propuso una agenda abierta para pacificar Bolivia, de manera urgente e invitó a acompañar el diálogo a la Organización de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, así como al Papa Francisco.

Morales señaló que está en marcha un golpe de Estado con la arremetida de grupos violentos antidemocráticos, por lo que llamó a sus bases a movilizarse para defender la patria y el voto.

El país es escenario de protestas multitudinarias, paros y violencia que han dejado tres muertos y 300 heridos desde los comicios del 20 de octubre, en los que Morales obtuvo la relección para un cuarto mandato de cinco años, y que la oposición denuncia como fraudulento.

El ex presidente (2003-2005) y principal candidato opositor Carlos Mesa, rechazó la convocatoria. No tengo nada que negociar con Evo Morales y su gobierno, señaló el líder de Comunidad Ciudadana.

Chi Hyun Chung, líder del Partido Democrático Cristiano, aceptó dialogar con el presidente y llamó a sus pares a responder al llamado.

Aunque Morales accedió a realizar una auditoría, que actualmente lleva a cabo la OEA, los opositores lo consideraron un acto unilateral, y las tensiones se han incrementado.

Los poderosos comités cívicos, formados por grupos opositores civiles, liderados por Luis Fernando Camacho, de la región de Santa Cruz, no fueron convocados a participar del diálogo que promueve Morales.

Camacho –quien encabeza las protestas contra Morales– dijo que el mandatario está buscando salidas, cuando la gente reclama su renuncia y la convocatoria a nuevas elecciones.

El líder cívico Waldo Albarracín, rector de la Universidad Mayor de San Andrés, cuyo personal y alumnos están movilizados contra Morales, advirtió: La movilización la está realizando la sociedad civil, no los partidos políticos.

En medio de las manifestaciones, una turba ocupó las instalaciones de dos medios estatales, la televisión Bolivia TV y Radio Patria Nueva, y obligó a sus empleados a abandonarlas, acusándolos de servir los intereses del gobierno, informó el director de Radio Patria Nueva, Iván Maldonado.

Otros manifestantes tomaron la radio de un sindicato campesino, del cual el presidente Morales es afiliado, lo que denunció el propio mandatario en un tuit. Al estilo de las dictaduras militares, los golpistas atacan sedes sindicales, escribió.

José Aramayo, director de la radio de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, fue amarrado a un árbol por los opositores al gobierno.

A las afueras de La Paz se registraron enfrentamientos que dejaron más de 30 heridos después que una caravana de autobuses de opositores de las regiones de Chuquisaca, Potosí y Oruro fueron atacados por los manifestantes afines al gobierno.

La casa del gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, fue incendiada por opositores, luego de ser acusado de promover la emboscada a la caravana de estudiantes que viajaban a La Paz para sumarse a las protestas contra el mandatario.

El domicilio, que aparentemente estaba deshabitado, fue atacado por turba y quedo envuelto en llamas, informó la televisora Bolivisión.

La casa de otro gobernador oficialista, Esteban Urquizo, también estuvo a punto de incendiarse en la ciudad de Sucre (sureste de Bolivia), capital del departamento de Chuquisaca, cuando opositores prendieron fuego a llantas alrededor del inmueble.

Al cierre de esta edición se reportó que la casa en Oruro de la hermana del presidente, Esther Morales, también fue quemada por una turba vandálica, de acuerdo al Correo del Sur, aunque no se dieron más detalles.

Denunciamos y condenamos ante la comunidad internacional y pueblo boliviano que el plan de golpe fascista ejecuta actos violentos con grupos irregulares que incendiaron la casa de los gobernadores de Chuquisaca y Oruro, y de mi hermana en esa ciudad. Preservemos la paz y la democracia, tuiteó Morales.

El mandatario pidió a los policías que retomen sus labores: Convoco a los comandantes nacionales, departamentales, a ese policía que es comprometido con su pueblo, a cumplir con las normas, a cumplir con su honor.

La rebelión policial comenzó el viernes por la tarde en la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) en la ciudad central de Cochabamba y se expandió a los comandos de Sucre (sur, la capital de Bolivia) y Santa Cruz, región del oriente del país y bastión opositor.

Durante la noche del viernes la rebelión de los agentes se extendió a las otras regiones, salvo La Paz y Pando (norte), según medios locales.

Sin embargo, los agentes de la UTOP de La Paz que mantenían restringido el acceso a la plaza donde está la casa de gobierno, se retiraron a su cuartel ayer en apoyo a los motines.

La policía no se debe a ningún partido político, por eso se suma a la lucha del pueblo, dijo un policía con el rostro cubierto al leer un manifiesto frente a la casa de gobierno, en la que no se encontraba el presidente.

En Santa Cruz -bastión opositor- los agentes amotinados salieron en marcha a las calles secundados por cientos de manifestantes opositores.

El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, descartó enviar a tropas militares a someter a los policías rebeldes, mientras la oposición saludó la rebeldía de los agentes y pidió a los militares que los secunden.

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, aseguró que los militares no reprimirán a los manifestantes. Ratificamos que nunca nos enfrentaremos con el pueblo al que nos debemos y siempre velaremos por la paz y la convivencia entre hermanos y el desarrollo de nuestra patria, aseguró Kaliman.

La violencia se cobró ayer las primeras bajas políticas entre oficialistas con las renuncias del gobernador y el alcalde de Potosí, Juan Carlos Cejas y Williams Cervantes, quienes señalaron estar preocupados por la seguridad de sus familias.

Denuncian intento golpista

Miles de personas marcharon desde Cochabamba y El Alto con rumbo a La Paz al grito de Evo no estás solo, carajo para respaldar al mandatario.

En Twitter, el hashtag #EvoNoestasSolo se volvió viral ante la pugna política que enfrenta el presidente.

La Federación de Juntas Vecinales dio 48 horas a Camacho para salir del El Alto, por incitar el odio y poner en peligro la seguridad de los habitantes, informó el canal TeleSur.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, denunció el intento golpista contra Morales. El ex mandatario uruguayo José Mujica pidió no recurrir a la violencia a los manifestantes mientras el presidente electo argentino, Alberto Fernández, expresó su apoyo al mandatario durante esta crisis.

En tanto, la Unión Europea exhortó a realizar manifestaciones sin actos de violencia y a buscar una solución a través de negociaciones pacíficas en un proceso electoral creíble que garantice el respeto a la voluntad popular e instituciones democráticas fuertes.

El subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, realizó el mismo pedido y agregó que se garantice que las fuerzas del orden público continúen ejerciendo autocontrol.