La directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Elena Álvarez-Buylla, afirmó que estamos ante un momento promisorio para construir, de forma conjunta, una agenda de Estado para el sector, donde subsista el compromiso del financiamiento público al desarrollo del conocimiento de frontera, pero con una agenda clara con objetivos prioritarios.

En la segunda sesión ordinaria de la Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que reunió a autoridades estatales y municipales del sector de todo el país, reiteró que en la construcción de un nuevo marco normativo continuará la búsqueda de consensos, porque todos estamos convencidos de que el bienestar social, el desarrollo económico, la previsión de posibles riesgos que pueden afectarnos a todos, tiene que fincarse en el conocimiento.

La senadora del PRI, Beatriz Paredes, presidenta de la Comisión de Ciencia del Senado, destacó que en el debate sobre la transformación de la política pública del sector se presentan temas centrales como la transferencia de recursos públicos a la iniciativa privada para proyectos de innovación; la investigación científica socialmente útil, el federalismo en materia científica y la revisión en la estrategia de becas.

En el encuentro, realizado en el auditorio Galileo Galilei de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Álvarez-Buylla enfatizó que es a partir de establecer los retos estratégicos como prioridad nacional que se puede llamar a las comunidades científicas para la búsqueda de soluciones.

Por ello, consideró necesario iniciar un profundo debate sobre el tipo de ciencia que se busca hacer en México, pero también para quién y cómo. La ciencia no es neutra, pues el quehacer científico emerge de campos sociales, y como tal, están enmarcados en contextos sociales y económicos.

La funcionaria exhortó a debatir si se busca o no un proyecto de ciencia plural, que no surja de un solo enfoque tecnocientífico dominante, cada vez más definido por grandes monopolios, sino de discusiones libres, abiertas, profundas, que incorporen el componente ético y humanístico en el centro del quehacer científico.

Nuevas oportunidades para jóvenes científicos

Entre las prioridades incluyó el generar nuevas oportunidades paras los jóvenes científicos, pues reconoció que hay más de un millón fuera de México, por la falta de espacios para su desarrollo.

Sin un proyecto estratégico de mediano y largo plazo, vamos a seguir fallando, reconoció Álvarez-Buylla. Indicó que también hay más de 30 mil científicos mexicanos en cargos de alto nivel en empresas y centros de investigación en el extranjero, que fácilmente duplicarían a la membresía actual del Sistema Nacional de Investigadores.