Los muros no resuelven la causa de los flujos migratorios, lo que va a dar solución es la parte humana y el trabajo que se debe hacer en nuestros territorios para que nuestra gente no tenga que salir de manera irregular, expresó Nelly Jerez Caballero, vicecanciller de asuntos migratorios de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras.

Este viernes en la cancillería mexicana, la ministra hondureña de Finanzas, Izabel Rocío Tábora, y la directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Laura Elena Carrillo, firmaron el contrato de donación para aplicar en ese país los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro del Fondo México para el Bienestar, como parte del Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica.

Por medio del Fondo México se destinarán a ese país 30 millones de dólares: 21 millones a Sembrando Vida y 9 complementarios para generar empleo.

En entrevista, Jerez Caballero precisó que esta acción colabora con los países del triángulo norte de Centroamérica, específicamente con Honduras, para prevenir que nuestra gente migre de manera irregular.

En declaraciones a la prensa en el contexto de la cumbre del Marco Internacional Regional para la Protección y Soluciones, realizada en la Secretaría de Gobernación, expresó que tenemos que estar claros en algo: migrar es un derecho humano. Usted no le puede coartar a la gente que migre, ese es un derecho que tiene, pero no hacerlo de manera irregular, porque exponen su vida.

Ante ello, aseveró, es necesario que los países de la región, unidos por el mismo fenómeno de migración, lleven a cabo acciones en conjunto: Aquí se ocupa el concurso de todos, no es un tema de una sola institución. Aquí todos necesitamos estar involucrados; es un tema de responsabilidad compartida y cada quien tiene que hacer la labor que le toca, porque es un tema humano. Hablamos de familias no sólo de nacionalidad hondureña, señaló la vicecanciller.

Indicó que de enero a la fecha han sido retornados a Honduras más de 90 mil personas y casi 80 por ciento de esos regresos son desde México.

La ruta migratoria es altamente peligrosa, y mientras es obligación de su gobierno convencer a sus connacionales de no emprender un viaje de forma irregular, el llamado a instituciones, sociedad y empresas privadas en México es el de prestar ayuda a un migrante si necesita auxilio.