Sábado 9 de noviembre de 2019, p. 7
Desde lo alto de un camino de terracería que evita la carretera federal que une a los estados de Sonora y Chihuahua, los criminales vigilaban la ruta rodeada de cerros y atacaron con armas de fuego las tres camionetas en las que viajaban tres mujeres y 14 menores de edad, quienes iban a reunirse con sus esposos y padres, respectivamente, a la frontera con Estados Unidos. Nueve personas murieron: las tres adultas y seis infantes.
Esa es la hipótesis principal de la familia LeBarón, de que fue un ataque premeditado, y no una confusión, como dicen las autoridades respecto de la emboscada que sufrieron el pasado 4 de noviembre mientras circulaban por la brecha que va del municipio de Bavispe, Sonora, al poblado de Pancho Villa, en Janos, Chihuahua. Las familias de mormones aseguran que transitan regularmente esa vía.
La hipótesis oficial se basa en que horas antes, a las tres de la madrugada de ese día, en el municipio fronterizo de Agua Prieta, Sonora, hubo un enfrentamiento entre dos grupos criminales, células del cártel de Sinaloa que luchan contra el de La Línea, proveniente de Chihuahua, que disputa esa plaza para el trasiego de droga hacia Arizona, región donde el único obstáculo es la escueta vigilancia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y montañas difíciles de patrullar.
El saldo fue de tres casas incendiadas, cinco camionetas incineradas, dos hombres muertos y un herido, lo que puso en guardia a los comandos de ambos cárteles atrincherados en la región serrana donde convergen Sonora, Chihuahua y Arizona.
De acuerdo a Julián LeBarón, primo de una de las mujeres asesinadas, las familias LeBarón Langford y LeBarón Miller se dirigían al municipio de Janos, Chihuahua, para continuar a la frontera con Estados Unidos. Alrededor de las 9:30 horas las camionetas partieron de La Morita hacia la comunidad de LeBarón en el municipio de Galeana, un camino de 150 kilómetros que toma unas cinco horas por lo escarpado de los caminos en la sierra; pero a la camioneta se le ponchó una llanta y se rezagó.
Los pistoleros atacaron primero ese vehículo Chevy Tahoe en la que viajaban Rhonita Miller y sus hijos Howard, de 12 años, Krystal, de 10, y los gemelos Titus y Tiana, de siete meses, sus cuerpos quedaron reducidos a cenizas al incendiarse la camioneta.
La hipótesis de las autoridades indica que el fuego tuvo origen en las balas que impactaron el tanque de gasolina, pero los familiares aseguran que cerca del vehículo encontraron monedas y casquillos de bala, por lo que presumen que intentaron robar a las víctimas antes de prenderles fuego.
Los hombres armados dispararon contra las otras dos camionetas 16 kilómetros más adelante y éstas no se incendiaron, en una viajaba Christina Langford Johnson con su bebé Faith Marie, de seis meses de edad.
Christina intentó hablar con los pistoleros para avisarles que en los vehículos viajaban niños, pero fue asesinada a quemarropa según los testimonios de los niños sobrevivientes; su bebé quedó en el piso de la camioneta y fue encontrado con vida horas después del ataque.
En la tercera camioneta murieron la señora Dawna Langford y dos de sus nueve hijos: Trevor, de 11 años, y Rogan, de dos; sus otros siete hijos sobrevivieron, dos ilesos y cinco con heridas de leves a graves. Según las autoridades, los criminales perdonaron la vida a los niños sobrevivientes. La comunidad mormona indica que los menores tuvieron que protegerse de la balacera. La bebé de Christina sobrevivió tras ser colocada en el piso de la camioneta.
Cuando los agresores se fueron y tras ver la muerte a tiros de su madre y dos de sus hermanos, Devin, de 13 años, hijo de Dawna, escondió a sus otros seis hermanos y caminó seis horas al poblado La Mora a las 5:30 de la tarde, donde dio aviso.
Mckenzie de 9 años se quedó a esperar a Devin, pero al ver que no volvía acudió a buscarlo; fue reportada desaparecida. Los tíos de Devin acudieron a buscar a los sobrevivientes dos horas después de que Devin llegó a La Mora, salieron a recorrer la brecha a las 19:30 horas mientras en los cerros cercanos se escuchaban disparos de un enfrentamiento entre grupos criminales rivales que confirman ocurrió en la zona, según algunos LeBarón.
A las 9:30 de la noche, soldados y elementos de la Guardia Nacional se unieron a la búsqueda de los menores de edad. Mckenzie, de 9 años, fue localizada.
Entre los ocho sobrevivientes está un bebé, un adolescente y un niño que resultaron ilesos y regresaron al poblado La Mora, Sonora, ese mismo día por la noche, mientras que otros cinco adolescentes y niños heridos fueron trasladados a la frontera de Estados Unidos en un helicóptero del Ejército de México, a la medianoche para ser hospitalizados en Phoenix, Arizona.
Kylie, de 14 años, con un tiro en el pie, Mckenzie, de 9, con una herida leve en el brazo, Cody, de 7 años, es reportado grave por heridas de bala en la mandíbula y pierna, Xander, de 4, recibió un disparo en la espalda, y Brixon, un bebé de 10 meses, con un disparo en el pecho y otro en la mano.