El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas se encuentra en una situación cada vez más comprometida debido a la gran cantidad de peticiones de ayuda –y no sólo individual, sino también grupal– que ha recibido en lo que va de esta administración, a punto tal que 2019 ha sido el año con mayor número de solicitudes de auxilio desde su surgimiento, advirtió su director, Aarón Mastache.

Al participar en el seminario internacional Fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas en América Latina, ayer en el Museo Nacional de Antropología, el funcionario indicó que sólo en lo que va del año les han llegado más de 300 peticiones de activistas y comunicadores, un número superior a las 267 recibidas en todo 2017.

Por otro lado, sólo del primero de diciembre de 2018 a octubre de este año el mecanismo pasó de tener 730 beneficiarios a un total de mil 60 –45 por ciento más–, lo cual se debe en gran medida a que cada vez son más comunes las solicitudes de grupos completos de personas.

Lo anterior, afirmó, se debe a que el esquema de protección se ha empezado a conocer más en diversas regiones, y las personas en riesgo se acercan de saber que ha brindado ayuda a uno o dos compañeros o conocidos. El resultado es que hoy hay peticiones de grupos de 10, 20 o hasta 30 potenciales víctimas.

Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos –quien está cerca de terminar su mandato–, subrayó que el mecanismo no puede ser la respuesta a todos los riesgos que enfrentan los periodistas y defensores, sino que se requiere fortalecer las investigaciones de los ataques a ambos gremios para abatir la impunidad.

El titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, admitió que el organismo a su cargo tiene recursos económicos, materiales y humanos cada vez más limitados, lo que ha llevado a su equipo a decidir cuáles agresiones contra periodistas pueden atender y cuáles no.

En tanto, integrantes de la Asociación Mexicana de Periodistas Desplazados y Agredidos se pusieron de pie y dieron la espalda al funcionario, a manera de protesta porque consideran que su labor ha sido deficiente.

Más temprano, durante la inauguración del foro, el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, afirmó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no estigmatiza ni ataca a la prensa, sino que participa en debates sobre las posturas editoriales de los medios, pero sin faltar a su compromiso de respetar a los periodistas.

Hay un señalamiento sobre la estigmatización de los periodistas, pero nosotros como gobierno no estigmatizamos a ningún gremio y ninguna labor profesional, por crítica que sea. Lo que hay es un debate acerca de la relación de los medios de comunicación y el gobierno federal, acerca de las posturas editoriales o de la información puntual que se da, afirmó.

Como se informó en este diario, representantes de 17 organizaciones internacionales advirtieron el miércoles que el actual gobierno no ha mostrado un compromiso suficiente con la libertad de expresión e incluso que el mandatario federal ha adoptado una actitud irresponsable y peligrosa ante los comunicadores que lo critican o lo cuestionan.