El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) argumentó que para el próximo año requiere un aumento de 230 millones a su presupuesto con objeto de contar con mil 730 millones y tener la oportunidad de echar a andar proyectos que se cancelaron este año, precisamente por un recorte.

El presidente del IFT, Gabriel Contreras Saldívar, ejemplificó ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados que no se realizó la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información a los Hogares o la actualización de modelos decostos para determinar tarifas de interconexión.

Durante una reunión con legisladores, previa a la discusión la próxima semana del Presupuesto de Egresos de la Federación, hizo un amplio recuento de los logros del instituto, así como de una caída en los recursos que se le han asignado desde su arranque como ente regulador.

Incluso señaló que sus funciones han permitido al gobierno federal incrementar su recaudación en materia de radiodifusión y telecomunicaciones a 25 mil millones de pesos, frente a un presupuesto del IFT de mil 500 millones de pesos para 2019.

Refirió que, en seis años, el propio instituto ha presentado solicitudes de presupuesto a la baja, desde un monto original de 2 mil millones de pesos, a mil 780 millones para este año.

Contreras Saldívar refirió que la Cámara sólo autorizó un monto de mil 500 millones de pesos, lo cual implica en los hechos una reducción en términos reales, desde que nació el IFT, de casi 40 por ciento.

Tal recorte no permitió realizar proyectos como el de la encuesta nacional, instrumento que –señaló– ofrece referencias relevantes sobre el acceso a tecnologías de la información y comunicaciones, y que permite obtener datos para la toma de decisiones de política pública y de solución a la brecha digital.

Citó que la actualización de los modelos de costos para determinar tarifas de interconexión, aunque suena muy sofisticado, constituye un insumo de producción que incide en las tarifas a los usuarios finales.

Informó que la disminución también retrasó la compra de equipo para medir y evaluar los límites de exposición de radiación de equipos de telecomunicaciones.

También se reprogramaron estudios de calidad de banda ancha móvil, publicidad sobre contenidos en plataformas dirigidos a menores de edad y la contratación de auditores externos, concluyó.