El ex presidente ecuatoriano arranca vivas
Restauración conservadora fue una ofensiva con articulación regional
, afirma en su conferencia
Jueves 7 de noviembre de 2019, p. 17
Rafael Correa sabe que no es monedita de oro. Es buen orador, pero anuncia que leerá el texto de su conferencia, aunque de pronto se permite improvisar. Por ejemplo, para soltar una de sus frases de efecto: Si quieres tener contento a todo el mundo no seas líder, mejor vende helados
.
El público se le rinde. Le regala un grito que antes sólo dedicó a quien despacha en Palacio Nacional: ¡Presidente, presidente!
Luego, buscando agradar a su público mexicano, lanza una suerte de parábola en la que desfilan los personajes del genial
Roberto Gómez Bolaños. Sí, El Chavo del Ocho nos da lecciones sobre la lucha de clases.
La conferencia vespertina se efectúa en el Museo de la Ciudad de México. Claudia Sheinbaum Pardo deja por un rato una reunión con damnificados para recibir al ex presidente de Ecuador. Da un breve saludo y se marcha. La jefa de Gobierno no escucha a Correa decir una frase que el público aplaude: Estoy seguro de que ella será la próxima presidenta de México
.
Rafael Correa es acompañado en el presídium por Pedro Miguel, Rafael Barajas, John Ackerman, la senadora Citlali Hernández y Ricardo Patiño, su ex canciller ahora exiliado en México, país con el que guarda una antigua relación porque estudió economía en la Universidad Autónoma Metropolitana.
La exposición de Correa es interrumpida muchas veces por aplausos y ovaciones. No faltan las consignas: ¡Lula libre! ¡Lula libre!
, por ejemplo, cuando menciona al encarcelado ex presidente de Brasil.
A vuelo de pájaro, el ex mandatario examina la ola de gobiernos progresistas que al comienzo de este siglo cambiaron el color del mapa sudamericano. El periodo 2002-2014 fue, dice emocionado, una época de oro de América Latina; no fue una época de cambios sino un cambio de época
. De ese momento rescata una cifra que atribuye a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe: 94 millones de personas dejaron la pobreza
. Pero, ojo, desliza: los que dejaron de ser pobres no fueron una fuerza movilizada
.
Luego, claro, vino la respuesta que también examina Correa cuando habla de la restauración conservadora
. Se trató, asegura, de una ofensiva con articulación regional
en la que jugaron un papel central los poderes fácticos
que permanecieron intactos y centrada en la narrativa del supuesto fracaso
de los gobiernos progresistas.
El ex presidente dedica buena parte de su tiempo a su defensa legal. Vive en Bélgica, pero se da sus escapadas, como ésta a tierras mexicanas para entrevistar al presidente electo de Argentina, Alberto Fernández. Conversando con Correa, se llama el programa y se transmite por RT.
El sabor de boca que queda en los asistentes es una frase de Correa: Qué lindo es tener a México mirando nuevamente al sur
.