Domingo 3 de noviembre de 2019, p. a14
El marchista César Córdova no se avergüenza de sus orígenes y aunque reconoce la realidad que se vive en Iztapalapa por ser una de las zonas de violencia, marginación y pobreza de la Ciudad de México, está orgulloso de haber elegido el camino correcto para ser el número uno del mundo de la categoría juvenil este año.
Nada como la satisfacción en cumplir con el primer paso de lo que comenzó hace una década cuando fue detectado por el entrenador Ignacio Zamudio, dedicado al rescate de niños y jóvenes en esa alcaldía y en los alrededores del estado de México, principalmente en Nezahualcóyotl.
La verdad, de donde provengo, es difícil, y he salido adelante. Me gustaría que mis triunfos alentaran a los jóvenes para dedicarse al deporte. Yo empecé hace 10 años y tres meses y la mayor alegría sería ganar la medalla olímpica en París 2024, que es por lo que estamos aquí
, afirma el campeón continental que espera con emoción recibir el Premio Estatal del Deporte Ciudad de México que también ganaron la medallista mundial en clavados María José Sánchez y la nadadora de la categoría ciegos y débiles visuales Matilde Alcázar, acreedora de seis medallas en los Juegos Parapanamericanos de Lima.
César proviene de un hogar humilde en la colonia Ejército de Oriente, una de las más peligrosas. Afirma que a pesar de la violencia hay un buen de atletas que, como yo, preferimos el deporte y eso habla mucho mejor
, dice con franqueza el andarín que entrena en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos y Alto Rendimiento (Cnar) como parte de la nueva generación dorada que encabeza la campeona del mundo Alegna González.
El monarca en Olimpiadas Juveniles cerró la temporada con cuatro podios internacionales en los que conquistó el primer lugar, entre los que figuran el de Podebrady, República Checa, el Nacac de Querétaro, la Copa Panamericana de Lázaro Cárdenas y el Campeonato Panamericano en San José, Costa Rica, en la prueba de 10 mil en pista, y 10 kilómetros en ruta para colocarlo en el primer lugar de la clasificación mundial de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
Ha sido un buen año para el tiempo que llevo y espero que los siguientes sean mejores. Es una gran responsabilidad y a veces puede ser preocupante, porque en una competencia (si pierde) puede convertirse en frustración, pero hay que pensar que todo saldrá bien y a seguir adelante
, señala Córdova Fernández, de 16 años, quien en 2020 tendrá como principales compromisos el Mundial de Marcha Sub 20 en Bielorrusia, y el Campeonato del mundo juvenil en Kenia.