El vendedor de leche, el reparador de ollas y merenguero, son los que casi se extinguen
Sábado 2 de noviembre de 2019, p. 24
Calacas de cartón ataviadas con trajes coloridos, que representan los oficios que se niegan a morir en las calles de la Ciudad de México, forman parte de una ofrenda que se montó en el ex convento de Culhuacán, en la alcaldía Iztapalapa, con motivo de la celebración del Día de Muertos.
En el patio del edificio agustino del siglo XVI, ubicado en ese pueblo ancestral, frente a los árboles de naranjo y flores de cempasúchil, se reunieron calaveras de más de un metro de estatura que dan vida también a los oficios que ya desaparecieron, como el del lechero, que camina sonriente con su bote de aluminio para medir lo que vende y que lleva en cuatro botes sobre su carrito de madera.
Con sombrero de palma y huaraches, se ubica detrás de la muerte que está sentada sobre un huacal mientras se dedica a soldar ollas de peltre, representante de un oficio que se niega a morir y que aún se puede ver por diversas colonias.
La ofrenda tiene en cada calaca una explicación sobre los oficios y el origen de algunos utensilios, como es el caso del peltre –que hace poco volvió a la popularidad en algunas cafeterías retro– que según se explica tuvo sus inicios en Alemania en la década de 1760 y fue famoso por su resistencia.
El recadero –cuya actividad está rebasada ya no sólo por el servicio postal y el correo electrónico, sino con el uso de las redes sociales– también está presente en la fiesta de calaveras de cartón instalada en este lugar que también dunciona como museo, donde se halla el primer libro de bautismos de indígenas que data de 1588.
Otra calaca se dedica a la venta de pan y sostiene sobre su cabeza un enorme cesto, que el más hábil portaba al mismo tiempo de pedalear la bicicleta, pero que en el siglo 21 en algunas colonias lo ofrecen en triciclo; hay un vendedor con un barril que contiene tepache y bolsitas con la bebida, sólo que partir de enero ya no podrá usar plástico.
También hay un vendedor de aves, un ropavejero, una costurera, una planchadora, un organillero, un vendedor de algodones de azúcar y hasta el famoso merenguero, aunque los que todavía circulan ya casi no echan volados. Se detalla que no son vendedores ambulantes, sino artesanos de nuestra cultura popular
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También hay una ofrenda dedicada a los misioneros de paz, con materiales reciclados, como botellas pet colocadas como altares de dos niveles con fotografías de líderes que buscaron la paz mundial y la igualdad.
Entre otras se encuentran Juan Pablo II, la Madre Teresa de Calcuta y Lady Di, la pricesa de Gales. También se puede apreciar a Martin Luther King, reconocido por su activismo por la lucha de los derechos civiles en Estados Unidos y que fue asesinado en 1968; otro altar lo ocupa la figura de Nelson Mandela, mientras una ofrenda especial en forma de trajinera, dedicada a la escritora Rosario Castellanos, da la bienvenida a la exposición, que permanecerá abierta hasta el 3 de noviembre.