En la actual coyuntura que atraviesa México respecto de la regulación del uso de la mariguana existe el peligro de que las compañías más grandes del sector quieran moldear las leyes en su beneficio para quedarse con la mayor parte del negocio, lo cual afectaría a los pequeños productores que ya siembran la planta, advirtió el empresario y activista estadunidense Steve de Angelo.

“Hay un gran riesgo de que compañías extranjeras, con una enorme cantidad de capital, vengan a México –aunque estoy seguro de que ya vinieron– y traten de manipular el proceso regulatorio para beneficio de sus propios intereses”, señaló el especialista durante la tercera Conferencia Internacional de Cannabis Medicinal para Profesionales de la Salud en México, CannabiSalud 2019, inaugurada ayer.

Consultado sobre el predictamen que circula en el Senado para regular la mariguana, De Angelo indicó que estos intentos de control legislativo por parte de las compañías más grandes ya han ocurrido en otras partes del mundo, pero “México tiene una tradición de resistencia agraria y lo que le digo a la gente es: ‘organícense; esto va a ser una batalla’”.

Para el activista –uno de los más conocidos promotores de las leyes de regulación de la cannabis en Estados Unidos–, el reto principal de México en materia normativa será incorporar la economía subterránea ya existente, basada en el cultivo y venta de la yerba, a los circuitos de la legalidad, lo que no sólo beneficiaría a los pequeños campesinos, sino también le quitaría poder a los grupos del crimen organizado.

Uno de los principales obstáculos que ha frenado dicho proceso, lamentó, es el gobierno de Estados Unidos, el cual, a pesar de que hay una montaña de evidencia científica al respecto, aún se niega a reconocer cualquier beneficio médico de la cannabis.

Pese a ello, De Angelo afirmó que un día el redescubrimiento de los beneficios terapéuticos de la cannabis será reconocido como el más importante progreso médico de todos los tiempos, debido a que la planta es sumamente segura y eficiente para tratar una amplísima cantidad de dolencias, que van desde el síndrome de Alzheimer hasta la epilepsia y el cáncer.

Por su parte, Lorena Beltrán, directora y fundadora de las conferencias de CannabiSalud, consideró que en México vamos bastante atrasados con la legislación en la materia, pues la norma aprobada en 2017 sigue sin tener una regulación secundaria.

La Suprema Corte de Justicia ya ordenó a la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios que saquen el reglamento de la ley de 2017, pero el gobierno federal pidió dos semanas más. Sólo queda esperar, pero deseamos que esta vez sí se cumpla, porque esta es una ola que ya no se puede detener, subrayó.

Aunque Beltrán alertó que es urgente tener una ley en la materia para que los consumidores de productos cannábicos medicinales sepan qué están comprando, pero también consideró que la prórroga para emitir la nueva norma puede servir para analizar todas las observaciones que se hagan sobre el tema y garantizar que se le dará oportunidad a los campesinos mexicanos de participar en el mercado legal de la yerba.