Investigadores de la UNAM evalúan la acción del compuesto en animales frente a metales pesados, insecticidas y herbicidas
Domingo 27 de octubre de 2019, p. 29
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han comprobado que el Omega 5 puede tener un efecto neuroprotector ante contaminantes ambientales relacionados con la enfermedad de Parkinson.
Diversos estudios con Omega 5 extraído del aceite de la semilla de granada indican que tiene un efecto antioxidante en el organismo, el cual aumenta cuando el compuesto es una nanoemulsión, es decir, sometido a un proceso nanocientífico.
El Omega 5 nanoemulsificado es resultado del trabajo de los doctores Ruth Gabizón y Shlomo Magdassi, de la Universidad Hebrea de Jerusalén. En México se vende encapsulado como suplemento alimenticio.
Estudios epidemiológicos indican que los metales pesados, insecticidas y herbicidas son capaces de inducir la enfermedad de Parkinson. Uno de ellos es la rotenona, pesticida que algunos agricultores del país siguen utilizando a pesar de estar prohibido por su toxicidad.
Con este antecedente, Gabriel Gutiérrez Ospina y sus colaboradores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM evaluaron en laboratorio el efecto neuroprotector del compuesto en animales: unos antes de ser expuestos a la rotenona, un pesticida relacionado con el desarrollo de la enfermedad, y otros durante la exposición al tóxico. Los animales no desarrollaron problemas de equilibrio ni síntomas de Parkinson, de acuerdo con información de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia.
En tanto, un grupo de animales a los que no se les administró el Omega 5 ni antes ni durante la exposición al pesticida, sino ya con los síntomas de parkinsonismo, el efecto fue mínimo, lo que llevó a la conclusión de que el antioxidante no tiene efecto como posible tratamiento para la enfermedad.
El estudio muestra la acción neuroprotectora del compuesto. Algo relevante, porque con él se podría tratar de incidir en la población expuesta desde edades tempranas a pesticidas como la rotenona.
Hasta el momento, la ciencia ha situado el origen de las enfermedades neurodegenerativas en el daño neuronal. Pero hay datos que indican que esto pudiera no ser así, sino que el origen en las primeras etapas podría ser en el cuerpo, pues hay un transporte de proteínas tóxicas a través de los nervios periféricos hacia el sistema nervioso central que lo lesionan.
Esto nos lleva a pensar que si el cuerpo fuera el origen de la neurodegeneración 50 años después, los tratamientos y las medidas de neuroprotección deberán considerar que el origen es corporal, por eso el Omega 5 es importante
, aseguró Gutiérrez Ospina en conferencia de prensa.