Sábado 26 de octubre de 2019, p. 25
La imagen de Everton Miguel dos Anjos, de 13 años, dio rostro a la tragedia ambiental en Brasil, donde un derrame de petróleo crudo, visto por primera vez el 30 de agosto, ha afectado 2 mil 250 kilómetros de playas. La foto fue tomada el lunes en Itapuama, en Cabo de Santo Agostinho, cuando centenares de voluntarios se reunieron para retirar los residuos. Cuatro días después el ejército tomó el control de las operaciones de limpieza y prohibió la participación de niños. Desde el inicio del derrame se han recogido mil toneladas de crudo, según datos de la Marina brasileña. Varias ONG denunciaron la lentitud de reacción de las autoridades y la falta de medios para combatir lo que muchos especialistas consideran la peor catástrofe ambiental de la zona noreste del país.