La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, instó ayer al pueblo a participar pacífica y activamente en las elecciones de hoy, en las que busca su cuarto mandato consecutivo, y las calificó de fiesta democrática en su cuenta de Twitter, mientras su más cercano rival, el ex mandatario conservador Carlos Mesa manifestó su temor de que haya fraude.

Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, llegó al poder en 2006 con 54 por ciento de los votos.

En la misma red social, el político aymara que decretó la nacionalización de los hidrocarburos poco después de ocupar la presidencia, señaló que Bolivia será de nuevo ejemplo para delegaciones y observadores que nos visitan.

Al menos 235 visitadores de organismos internacionales acompañarán el proceso comicial, informó la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque.

El TSE habilitó 7 millones 315 mil 364 personas para sufragar en la jornada en la que se elegirá al presidente, vicepresidente, 36 senadores, 130 diputados y nueve representantes ante organismos supraestatales para el periodo 2020-2025.

Mesa, al responder un cuestionario enviado por la Afp, dijo que teme un fraude electoral porque el partido oficial, Movimiento al Socialismo (MAS), controla todos los órganos del Estado.

Mesa dijo que, de ganar, se comprometerá a una desideologización de las relaciones con Estados Unidos, a retomar el cauce democrático e iniciar un cambio en el rumbo que ha seguido el país.

Los últimos sondeos dan una ligera ventaja a Morales: 32.3 por ciento y 27 por ciento a Mesa.

La fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES)-Bolivia vaticinó que Morales recogería 44 por ciento de los votos, mientras Mesa 32 por ciento. Sin embargo, el caudal de indecisos es grande, 11 por ciento, por lo que el escenario es imprevisible.

Para evitar una segunda vuelta Morales tendría que ganar con 50 por ciento de los votos más uno u obtener 40 por ciento, siempre que su contendor se ubique 10 puntos porcentuales por debajo.

Los pronósticos para una eventual segunda vuelta –que tendría lugar en diciembre– dan una ligera ventaja a Mesa.

Morales se vio favorecido por un fallo del Tribunal Constitucional que lo habilitó en 2017 para una reelección indefinida, alegando que se trata de un derecho político.