Morelia, Mich., El director belga Luc Dardenne visita México por primera gracias al 17 Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde presentó su película El joven Ahmed, dirigida junto con su hermano Jean-Pierre, acerca de la cual dijo: Las acciones del ser humano son las que cambian el mundo, no las películas. Lo que quisimos fue narrar la historia de cómo un joven de 13 años puede salir del fanatismo religioso

El filme está ubicado en Bélgica, donde un pequeño mancebo está atrapado entre cumplir los ideales de pureza de su imam o ceder al irrefrenable llamado de la carne.

Luc Dardenne, director y productor que, en compañía de su hermano Jean-Pierre, ha gana-do en dos ocasiones la Palma de Oro en el Festival de Cannes, indicó que para narrar la historia de alguien que tenía que salir del fanatismo religioso debíamos tener a casi un niño, no un joven de 18 o 20, porque para ser fanático no hay edad, pero es difícil cambiarlos entre más grandes son. Porque él cree que toda mujer es un obstáculo entre él y Dios, por eso cuando Ahmed pasa por una situación límite llama a su mamá, no busca la ayuda de Alá.

La película, explicó, aborda la identidad religiosa, la pureza, la juventud, la fascinación por la muerte y el fanatismo, así como el impac-to de la globalización en las sociedades de Medio Oriente: Creo que ahora existe, entre lo jóvenes, una radicalización que no tenían sus padres, pero sí sus abuelos. En Bélgica hay en la actualidad una juventud musulmana que no quiere separarse del resto de la sociedad en la que se encuentra. Los fanáticos no tienen horario, no lo son de 7 a 8; es algo muy profundo, donde sólo en sueños puedes escaparte.

A pregunta expresa, Luc Dardenne mencionó: No creo que actualmente estemos viviendo remedos de religiones, porque en todo el mundo hay un resurgimiento de la radicalización: los atentados antisemitas en Estados Unidos, el auge del cristianismo en Europa, el radicalismo islamista y los discursos de la supremacía blanca en distintos países de Europa y Estados Unidos; sin duda, estamos en un mal momento en esos movimientos identitatarios religiosos.

En concordancia con la condescendencia europea, Luc Dardenne expresó su gusto por el cine de los mexicanos Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, acerca del cual señaló: “alguien me dijo que me gusta más Iñárritu porque en el pasado festival de Cannes nos premió como mejor dirección precisamente por El joven Ahmed, pero me gustaba desde antes”.

Interrogado sobre la violencia en México, Dardenne aclaró que es su primera vez en el país y al no conocer la situación no quiero decir alguna tontería. Pero agregó que: “no hay que ser utopistas y creer que el cine cambia el mundo; lo que sí se puede hacer es mostrar realidades y felicito a quienes buscan hacer un cambio social por medio del arte y el cine en México… por eso es importante el arte, porque a diferencia del fanatismo el arte no quiere imponer una verdad, sino poner preguntas en la mente de la gente y El joven Ahmed precisamente las hace y siembra dudas para que sigan abiertas”.

Luc Dardenne habló sobre las nuevas formas de difusión del cine vía streaming, la cual consideró riesgosa porque evita que la gente tenga ese contacto tan único que se obtiene en una sala de exhibi-ción: El cine debe verse en las pantallas, donde te puedas adentrar, que te pierdas en ella. Las plataformas deben entender que la vida es el encuentro con los demás, no estar en un dispositivo aislado en tu casa.

Cabe mencionar que en esta edición del FICM, los hermanos Dardenne y el cineasta estadunidense James Ivory recibirán la Medalla de la Filmoteca de la UNAM por sus prolíficas carreras y sus grandes aportaciones a la historia del ci-ne mundial.

Con un llamado a la conjunción de los tres niveles de gobierno, así como a la participación de la iniciativa privada para que se pueda seguir realizando el FICM, el certamen inauguró su 17 edición la noche del viernes con la proyección de El joven Ahmed.