El Senado de la República fue puesto en una encrucijada ante la renuncia de Eduardo Medina Mora a su cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque en la carta de dimisión que entregó al Presidente no dio detalles de las causas graves que motivarían su decisión, de acuerdo con académicos.

Por ello, se requiere que en pro de la transparencia se den a conocer con detalle los motivos graves que llevaron a la renuncia.

Y es que, de acuerdo con el artículo 98 de la Constitución, las renuncias de los ministros de la Suprema Corte de Justicia solamente procederán por causas graves; serán sometidas al Ejecutivo y, si éste las acepta, las enviará para su aprobación al Senado.

Para el constitucionalista Alfonso Herrera, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Medina Mora puso en un conflicto al Senado al no exponer ninguna causa en la carta de renuncia. Queda en suspenso la valoración que deba hacer la Cámara a esa omisión de la causa, planteó mediante su cuenta de Twitter.

Agregó que no comparte la opinión de que “que exista un ‘peligro’ en la Corte con la renuncia ines-perada de uno de sus ministros. Cierto, el proceso de designación es absolutamente perfectible. Pero de ahí a un dominio del gobierno sobre la autoridad y decisiones de la SCJN hay un considerable trecho”.

Francisco Burgoa, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, señaló en redes sociales que “en aras de la transparencia, sería deseable que se expongan las ‘causas graves’ que dieron sustento a la renuncia”.

Comentó que en 2015, al momento de su designación en el puesto al que renunció, Medina Mora no cumplía –al menos– con uno de los requisitos para ser ministro de la SCJN: haber residido en el país durante los dos años anteriores al día de la designación, como señala el artículo 95 constitucional.