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León-Portilla dejó listas sus memorias para publicarse, informa su hija Marisa

La inhumación de los restos del humanista fue un acto íntimo // Que su acervo permanezca en México, deseo de familiares

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▲ Ascensión Hernández Triviño, viuda de Miguel León-Portilla, despide a su compañero de vida.Foto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de octubre de 2019, p. 5

Las memorias de Miguel León-Portilla ya están preparadas para su publicación, adelantó su hija Marisa al término del sepelio del historiador y experto en filosofía náhuatl, efectuado ayer en el Panteón Francés de San Joaquín.

Informó, asimismo, que el maestro dejó cuatro trabajos más para ser editados, entre ellos un estudio introductorio sobre el Popol Vuh y una antología del Teatro náhuatl que publicará El Colegio Nacional y será presentada en la próxima Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

A esas obras se suman otra antología sobre la literatura mesoamericana y un estudio de traducción de los anales de Cuautitlán, del inglés al español y del náhuatl al español.

Respecto del acervo del catedrático e investigador, Marisa León-Portilla Hernández aclaró que todavía ‘‘no se ha decidido quién y cómo” se catalogará; incluso se desconoce el contenido. Destacóel deseo familiar de que permanezca en México.

La también historiadora apuntó que este sábado el Instituto Getty haría entrega a su padre del Premio Tlamatini en Los Ángeles, California, acto al que ella tenía previsto asistir, pero ante el deceso del humanista será recibido por Fabiola García Rubio, cónsul adjunta de México en esa urbe estadunidense.

Para la ocasión, la hija de León-Portilla escribió un texto en el que refiere ‘‘cómo mi papá estructuró su vida para organizarla de modo que sus pensamientos coincidieran con sus ideas y cómo organizó su vida para intentar ser feliz. Es decir, la flor y el canto”.

En ese discurso Marisa acotó: ‘‘La mayoría de las personas que han leído su trabajo (del historiador) saben que él siempre evoca el concepto náhuatl de flor y canto. Él constantemente hablaba en torno de esa idea. Fue una parte de su vida diaria, en las comidas familiares y con los amigos. Para él eso era un concepto indígena que pudo ser la respuesta a diversos planteamientos, especialmente en la metafísica. Flor y canto se convierte en una mezcla de belleza, poesía y arte, pero es en particular una idea que busca lo que es real en la tierra y no en la fantasía’’.

El martes 8, homenaje al maestro en la UNAM

De acuerdo con Marisa León-Portilla, las memorias del historiador ‘‘están ya listas. Afortunadamente le dio tiempo de terminarlas y Juan Carlos Torres, su ayudante de investigación, y yo, las terminamos de corregir hace dos semanas. Las concluyó el pasado diciembre. Él estaba muy bien, trabajó prácticamente hasta el último día antes de que le diera el paro, el 23 de enero, cuando estaba en el hospital. El plan es publicarlas, pero no sabemos con quién. Será un tomo grande. Son 300 páginas mecanografiadas y llevarán como título Mis memorias”.

La viuda del maestro, Ascensión Hernández Triviño, aludió al homenaje que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rendirá a León-Portilla el martes 8 a las 12 horas en la Sala Nezahualcóyotl.

La inhumación de los restos de Miguel León-Portilla fue un acto íntimo, familiar, de unos 45 minutos.

Ambrosio Velasco, ex direc-tor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, consideró que para la filosofía el aporte del maestro León- Portilla es enorme.

‘‘Don Miguel es uno de los grandes humanistas en la historia de México. Tuvo la sensibilidad, la inteligencia y humildad intelectual para reconocer la enorme deuda que tenemos con los pueblos indígenas de ayer y de hoy’’, dijo.

Lamentablemente, explicó Velasco, ‘‘la comunidad filosófica, por su arrogancia y desprecio, nunca reconoció suficientemente a León-Portilla durante muchos años; porque no se reconoce que hay una filosofía indígena. Ésa es una de las grandes obras de León- Portilla’’.

Trabajar y cultivar esa herencia del maestro es algo que debe seguir; ‘‘los vencidos que serán los vencedores de hoy y del futuro’’, añadió Velasco. León-Portilla ‘‘siempre apoyó al movimiento zapatista de Chiapas, fue un filósofo y humanista radical. Vio en ese movimiento una forma de hacer justicia en el país. Él sostenía: nunca más una nación sin los pueblos indígenas’’.