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En 2018, las pérdidas por robos, asaltos o extorsiones representaron 286 mil mdp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de septiembre de 2019, p. 5

En el sexenio pasado, el costo de la inseguridad aumentó en una cifra superior a más de 10.8 millones por día, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Al cierre de 2012, los costos asociados con la inseguridad –entre las pérdidas de las víctimas y los costos de prevención– se contaron en 262 mil 500 millones de pesos. En 2018 se incrementaron a 286 mil 300 millones, cantidad que, comparativamente, representa cuatro veces más de los gastos no recuperables del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Así, en 2018 la inseguridad representó 1.54 por ciento del producto interno bruto (PIB). Prácticamente, dos de cada tres pesos (184 mil 300 millones) están asociados a las pérdidas de las víctimas de algún ilícito (robos, secuestro, extorsión…); el otro tanto está representado por medidas preventivas (102 mil millones de pesos en rejas, candados...), refleja la Encuesta nacional sobre victimización y percepción de seguridad pública (Envipe) 2019.

El estudio, que se realiza desde 2010, refleja la victimización que afecta de manera directa a las personas y a los hogares en los delitos de robo, asalto o extorsión. Por ende, narcotráfico, delincuencia organizada, robo de combustible y trata de personas no se miden.

El año pasado, 24.7 millones de personas en México fueron víctimas de algún delito, es decir, afectó a habitantes de uno de cada tres hogares, y son las extorsiones (92 por ciento de ellas vía telefónica) y secuestros los menos reticentes a bajar. La inseguridad es un fenómeno complicado, multidimensional, que abarca toda la cadena de la seguridad pública, expuso en conferencia de prensa Julio Santaella, presidente del Inegi.

Siete de cada 10 personas en México consideran que la inseguridad es el principal problema del país (67.2 por ciento). Esta proporción rebasa al 38.8 por ciento de quienes perciben que es el desempleo y el 28 por ciento que se decantan por el incremento de precios.

Así, el año pasado, ocho de cada 10 personas reconocieron sentirse inseguras en sus localidades. En Tabasco, Ciudad de México y Guanajuato esta cifra escala a nueve de cada 10; mientras, en Yucatán, el estado con menor percepción de inseguridad, se ubica en cuatro de cada 10.

En todos los espacios, las mujeres tienen una mayor percepción de inseguridad que los hombres, subrayó en conferencia de prensa Óscar Jaimes, director de Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi.

Agregó: prácticamente en todo delito los hombres tienden a ser más victimizados que las mujeres, con excepción de los sexuales. En ellos, por cada 11 agresiones a mujeres, se registra una a hombres.

La cifra negra de delitos que no se llegan a denunciar creció 5.6 por ciento en en los pasados ochos años, ya que nueve de cada 10 delitos no son enterados a las autoridades. Primero, porque la ciudadanía ve en la queja una pérdida de tiempo y segundo por la desconfianza en las autoridades.

Sólo 6.8 por ciento de los delitos llega a consignarse en alguna carpeta de investigación. La cifra no sólo es estadísticamente igual a la de 2017, sino va por arriba del 87.6 por ciento de 2010, primer año de la Envipe. En algunos estados, como Guerrero, llega a 98 por ciento.

Adrián Franco, vicepresidente de la junta de gobierno del Inegi, consideró que los datos de cifra negra evidencian que no necesariamente se requieren más recursos para tareas de seguridad, sino innovación en los procedimientos y de disposición para mejorar las instituciones.

Menos del 50 por ciento de la población tiene confianza en las policías locales y más de seis de cada 10 personas perciben a las autoridades locales como que se involucradas en actos de corrupción, concluyó