Cobrar impuestos a la economía digital es un tema que quita el sueño a los gobiernos de todo el mundo y, hasta la fecha, ninguno ha tenido un éxito rotundo. Por medio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Alemania, Francia, España e Italia, lanzaron una iniciativa para que las grandes corporaciones paguen impuestos donde obtienen sus beneficios y no donde tienen establecida su residencia fiscal.

Sin embargo, a falta de un acuerdo, en julio pasado Francia se convirtió en el primer país en aplicar un impuesto digital sobre los ingresos de estas empresas; asimismo, Reino Unido planea comenzar a cobrar un gravamen de 2 por ciento en abril de 2020 y España e Italia detallan proyectos de ley con impuestos de 3 por ciento. En tanto, el gobierno de Estados Unidos se niega a este tipo de gravámenes.

Actualmente, más de 50 países han instaurado medidas tributarias, como la aplicación del IVA a empresas de la economía digital, las cuales se han basado principalmente en las recomendaciones de la OCDE.