Gravar plataformas digitales como Uber, Netflix, Airbnb o Cabify significa para las arcas públicas ingresos anuales por aproximadamente 4 mil 300 millones de dólares, unos 83 mil millones de pesos. Es una cantidad que equivale a dos veces el presupuesto propuesto para la Universidad Nacional Autónoma de México en 2020.

Especialistas coinciden en que los principales afectados, de avanzar la serie de iniciativas que se discuten en el Congreso, serán los consumidores. Además, el gobierno se enfrenta a un gran reto, dado que la fiscalización de estas empresas no será nada sencilla, al grado de que ni las grandes potencias económicas lo han logrado completamente.

En México, en distintas instancias, hay tres iniciativas para gravar la economía digital, o una parte de ella. Una es la planteada en la Ley de Ingresos 2020; otra presentada por Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, y una más por Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, que con pequeñas diferencias, tienen un objetivo en común: que las empresas que operan en el mundo digital paguen impuestos.

Con sus respectivas diferencias, las tres propuestas buscan que estas plataformas sean fiscalizadas por medio de dos herramientas ya existentes: el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto sobre la renta (ISR).

Para Rodrigo Ramírez, presidente de la Comisión Fiscal 3 del Colegio de Contadores Públicos de México, imponer impuestos a la economía digital servirá para lograr un importante ingreso al fisco mexicano, toda vez que, millones de personas en el país usan servicios como Uber o Netflix, los cuales se encarecerán.

Incorporar el IVA será importante porque todos usamos esas plataformas; sin embargo, es un hecho que las tarifas se encarecerán 16 por ciento, dado que en el caso de ese impuesto quien lo paga no son las aplicaciones, ellas trasladarán el gravamen, por lo que el impacto irá directamente al consumidor, advirtió el especialista.

La economía digital equivale a 15 por ciento del producto interno bruto mundial, pero se espera que en 10 años llegue a 25 por ciento, según la Oxfam.

Este sector está compuesto por un conjunto de empresas de rápido crecimiento cuyas operaciones dependen del Internet y entran en distintas clasificaciones, por ejemplo, existen las intermediarias de transporte (Uber, Cabify), alojamiento temporal (Airbnb), mercados virtuales (Amazon), servicios de video y música (Netlix, Spotify) y servicios de publicidad digital (Google, Facebook), entre otras.

Para el especialista del Colegio de Contadores la economía digital es un gran reto para los fiscos de todo el mundo debido a que las plataformas que la conforman no radican en los países donde generan ganancias, sino que muchas veces lo hacen paraísos fiscales. Ante este escenario, México tiene un gran reto por delante y dependerá mucho de la buena fe de las empresas para darse de alta ante Hacienda.

La propuesta incluida en la Ley de Ingresos se divide en dos: empresas que dan servicios directamente al usuario, como las plataformas de descarga de video y música (Netflix, Amazon Prime, HBO Go, Spotify, Deezer, etcétera) y aquellas que funcionan como intermediarios, es decir, que conectan a quien ofrece un servicio con quien lo necesita, como Uber, Cabify y Rappi.

En el primero de los casos, el documento elaborado por la Secretaría de Hacienda señala que las plataformas que ofrecen servicios de música y video, sin establecimiento físico en México, deberán registrarse ante el Servicio de Administración Tributaria, cobrar el IVA y mensualmente pagar e informar sobre su número de clientes.

En el caso de los intermediarios, se propone que las plataformas retengan a los dueños del servicio el ISR y la mitad del IVA. Es decir, en el caso de Uber, los conductores o dueños de la unidad, deberán pagar ese par de impuestos, pero será la empresa intermediaria la encargada de la retención (la mitad en el caso del IVA). Se prevé que la tasa de retención de ISR que se aplicará a prestadores de servicios de transporte privado, hospedaje o entrega a domicilio será de 2 a 8 por ciento.

En caso de que las empresas no cumplan, la iniciativa de ley plantea consecuencias, por ejemplo, ordenar a las compañías de telecomunicaciones (como Telmex, Izzi, AT&T, etcétera) suspender su conexión, de no acatar la solicitud, éstas últimas se harán acreedoras a multas de 500 mil hasta un millón de pesos por cada mes transcurrido.

En tanto, la propuesta del senador Ricardo Monreal respalda la iniciativa de Hacienda en la Ley de Ingresos de gravar con IVA e ISR a las plataformas digitales; sin embargo, añade que en el caso de empresas como Netflix, éstas tengan la obligación de tener entre su oferta al menos 30 por ciento de contenidos hechos en México.

La situación es doblemente abu-siva, pues por un lado esas plataformas dejan de pagar impuestos por ingresos generados en México y, por otro, se han convertido en una competencia desleal para la industria mexicana del entretenimiento, dijo en su momento el legislador de Morena.

Por otro lado, la iniciativa del diputado Alfonso Ramírez Cuéllar sólo contempla que toda empresa que preste servicios a través de una plataforma digital deba pagar IVA, en esta descripción se incluye todo tipo de programa informático, incluidos sitios de Internet o aplicaciones, que permitan el intercambio de información con el propósito de ofrecer un servicio o bien.

A diferencia de las primeras dos propuestas, la del diputado de Morena señala que sean las instituciones financieras las encargadas de descontar el impuesto una vez que se haga la operación entre el cliente y el proveedor del servicio.