Jueves 19 de septiembre de 2019, p. a16
En estos tiempos del boxeo los campeones administran su calendario de peleas para no desgastarse. Dos combates al año; tres a lo mucho. Pero Emanuel Vaquero Navarrete lo hizo al viejo estilo: defendió su título supergallo de la OMB dos veces en menos de un mes. Una locura y lo sabe.
La oferta era irrenunciable para un peleador mexicano en ascenso. La función para celebrar las fiestas patrias el 14 de septiembre en Las Vegas, escenario tradicional en el calendario del boxeo mundial. Navarrete había realizado apenas su segunda defensa del cetro el 17 de agosto en Los Ángeles, pero pensó que no podía dejar pasar esta oportunidad en el respaldo de la pelea del peso completo Tyson Fury. La visibilidad que era invaluable.
Me ofrecieron la función de fiestas patrias, en Las Vegas, no lo pensé dos veces
, relata Navarrete; me sorprendí, claro, porque yo recién había peleado, pero, ¿la función del Día de la Independencia en Las Vegas? Todos soñamos estar ahí como peleadores: dije sí de inmediato
.
No tuvo tiempo de reposo. Con la presión encima avisó a su equipo y retomaron el trabajo a contrarreloj. Navarrete sabía que pelear en fechas tan cercanas siempre implica un riesgo, pero después de hablar con su equipo decidieron asumir el reto
Mi equipo sintió también presión porque teníamos poco tiempo para preparar una defensa y no descansamos
, cuenta Navarrete; pero lo que todos los boxeadores buscamos es la mejor vitrina, darnos a conocer con la afición y con la gente que organiza el boxeo; esta fecha es la mejor para cualquier mexicano
.
La pelea fue demoledora. Navarrete salió en perfecto estado, rápido, fuerte, inteligente, como si los tres episodios que le duró su anterior retador, su compatriota Francisco de Vaca, sólo fueran el prólogo de lo que hizo ante el filipino Juan Miguel Elorda, quien cayó en sólo cuatro episodios.
Afortunadamente De Vaca sólo duró tres rounds y con Elorda fueron cuatro
, explica Navarrete; no necesité irme a los 12 asaltos y tampoco recibí muchos golpes, salí limpio en ambos pleitos; eso me permitió hacer dos peleas consecutivas
.
Cuando al promotor Bob Arum le preguntaron al final de la función las razones para que Navarrete peleara tan pronto, recordó a las leyendas Sugar Ray Robinson y Jake LaMotta, quienes se enfrentaron dos veces en tres semanas.
Si este chico Navarrete pudiera, pelearía ocho veces al año y sería feliz
, dijo el empresario.