El Banco de México (BdeM) ha sido claro: debe existir distancia sana y amplia entre el dinero 100 por ciento electrónico, conocido como activo virtual, y el sistema financiero nacional. Expertos en la materia tienen una opinión contundente: invertir en esas nuevas tecnologías debe ser tomado con prudencia. Para hacerlo es necesario conocer ese mundo y sus riesgos, es decir, saber que es posible quedar en cero o lograr ganancias en segundos.

Carlos Valderrama, director general de Hyperblock, empresa encargada de promover la adopción de tecnología en México, indicó que si bien en años recientes el mercado de las criptomonedas ha tomado relevancia y ha incrementado su participación en las operaciones digitales, a grado tal que ya hay remesas por ese medio, se debe tener cuidado si se considera un método de inversión.

Debes conocer cuál es la tecnología, qué hay detrás y las propuestas de valor de los criptoactivos. Saber si te hace sentido usarlo como tipo de inversión. No todos los activos de ese tipo, cuando se crearon, fueron hechos para eso. Por ejemplo, el bitcoin fue creado como medio de pago sobre bienes y servicios en el comercio electrónico, expresó en entrevista.

Las criptomonedas son dinero electrónico que no tiene valor ante el sistema financiero mexicano. Solamente sirven para efectuar compras por medio de las páginas electrónicas. Actualmente el mayor operador de activos de ese tipo es Bitso, que trabaja con el bitcoin; esa firma ya permite cambiar bitcoins a pesos o pagar servicios.

Por su parte, Mauricio di Bartolomeo, director general de Ledn, compañía de tecnología financiera (Fintech) dedicada a dar préstamos por Internet a usuarios y que toma como garantía bitcoins para poder hacer el préstamo, asegura que es necesario actuar con prudencia antes de pensar en usar los activos virtuales como medio para generar ganancias.

Un punto importante es destacar que los activos virtuales, que han presentado oportunidades para que la gente tenga rendimientos, también han enfrentado oportunidades para que malos actores creen estafas y levanten transacciones que no están sujetas a los reguladores locales. Es importante que siempre se aprenda primero qué es un activo virtual, detalló.

Añadió: Debes estar seguro que inviertes, cuando lo llegas a hacer, en algo que en verdad entiendes, porque mucha gente se sobremociona, solamente se apresura. Es importante entender este mundo, no sobrexponerte. Siempre con prudencia.

El último Reporte de estabilidad financiera del BdeM indica que debe existir distancia sana y amplia entre el sector financiero regulado y los activos virtuales, dados los riesgos que la operación con éstos pudiera conllevar a los usuarios, para las instituciones que operen con ellos y para el sistema financiero en general.

Desde que se creó el bitcoin, en 2009, la moneda dentro del mercado digital ha tenido variaciones en su cotización, tanto al alza como a la baja. Uno de esos activos virtuales, en su totalidad, actualmente tiene un valor que supera 200 mil pesos mexicanos, pero pueden comprarse por fracciones.

En particular, los esquemas a través de los que esos activos operan pueden presentar múltiples deficiencias, como volatilidad exacerbada de precios, asimetría de información, prácticas de manipulación de mercado, esquemas de operación ineficientes y opacidad en las operaciones, consideró el BdeM.

En entrevista con La Jornada, Pablo González, director general de Bitso, aseguró que esas criptomonedas no son para invertir o hacerse millonario, sino deben verse como una nueva forma para realizar pagos.

Si quieres entrar a esto para hacerte rico, este no es el lugar; debes entender que es tecnología, algo nuevo, y tiene riesgos.

La discusión sobre su regulación en el sistema financiero ha tenido lugar a escala mundial. Incluso, Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales, ha mencionado que los activos virtuales pueden debilitar la estabilidad del sistema financiero y de la política monetaria.

En este momento se considera que no es factible ni conveniente una adopción generalizada de activos virtuales en el país. Difícilmente pueden ser un sustituto del dinero, ya que no comparten sus características fundamentales, por lo que las posibles implicaciones del uso de dichos activos para la estabilidad financiera en las condiciones actuales parecen limitadas, ha dicho el BdeM.