Con el aval de la mayoría de los grupos parlamentarios se presentó ayer, en el pleno del Senado, una iniciativa para eliminar de la Constitución la figura del arraigo. La propusieron Ricardo Monreal, Emilio Álvarez Icaza y Eduardo Ramírez, quienes destacaron que esa figura es contraria a los derechos humanos.

Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, destacó en tribuna que desde 2008 que se estableció esa figura jurídica en la Constitución manifesté como legislador que era injusta, perniciosa y contraria a los derechos humanos.

Refirió que como legislador argumenté y voté en contra del arraigo, pero éramos una minoría muy marginal, obviamente, no se nos hizo caso, se nos ignoró y pasó por mayoría calificada: se nos pisoteó.

Monreal subrayó que debe eliminarse de la Carta Magna porque vulnera derechos humanos. Hay pronunciamientos desde las comisiones de garantías básicas hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que señalan esa figura como inconstitucional.

El arraigo, recalcó, ha favorecido detenciones arbitrarias incluso muchas de ellas motivadas políticamente. Es una figura perniciosa que atenta contra la historia del constitucionalismo mexicano, altera lo principios de presunción de inocencia y el debido proceso.

Álvarez Icaza manifestó en tribuna que expertos, organismos nacionales e internacionales han señalado la necesidad de eliminar esa figura de la Constitución. En realidad es una especie de tipo de pena precondenatoria. Genera una condición en donde se detiene para investigar.

Dijo que esa figura en el sistema de justicia favorece la detención arbitraria y la práctica de la tortura. Se traduce en una condición de indefinición jurídica. Es una herencia de la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón que generó un estado de excepción, por eso es tan importante que hoy la podamos eliminar.