Muchas personas no los visitaban y la tragedia en Río de Janeiro devino incentivo para hacerlo, celebra gestora cultural
Martes 3 de septiembre de 2019, p. 5
Río De Janeiro. Brasil batió récord de público en los museos de arte e historia del país en el primer semestre de este año, resultado que sorprendió a directores y sus equipos.
Los visitantes en ese lapso aumentaron 61 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018 y 50 por ciento si se tiene en cuenta la media para los seis meses de los cuatro años recientes, según datos del portal G1, que reunió las cifras de 40 museos.
En 37 aumentó de público en el primer semestre del año y en tres se batió el récord de visitantes.
Para la productora cultural Jane Guimaraes, de Río de Janeiro, la mayor afluencia en los museos brasileños se debe a varios motivos. ‘‘Primero, hay una reacción de muchas personas contra los recortes de los gobiernos en cultura. En segundo lugar, las redes sociales han permitido que una exposición que guste sea difundida con mucha facilidad permitiendo que llegue a muchas más’’.
Otros motivos que Guimaraes citó son ‘‘la mayor presencia de grupos o minorías que hasta entonces no eran habituales en los museos, y el ‘choque’ nacional en el país el año pasado con la destrucción del Museo Nacional de Río de Janeiro en un incendio. Muchos se dieron cuenta de que nunca van a los museos y el incendio fue un incentivo para hacerlo’’.
Uno de los recintos que mejor reflejan el aumento de público es el Museo de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand (MASP), el más famoso de la mayor ciudad de Sudamérica y que de enero a julio logró la mayor cantidad de visitantes (533 mil) desde 2012. Según la dirección del museo, parte del éxito se debe a la exposición sobre Tarsila do Amaral, que recibió más de 402 mil visitantes y se convirtió en la más visitada en la historia de ese recinto.
Para el curador del MASP, Fernando Oliveira, ‘‘en este momento político bastante singular, en el que no hay incentivo al arte, es una afirmación de que el público sí que está interesado en la producción artística’’.
Este año los museos brasileños optaron por llevar más diversidad en sus exposiciones, con obra de mujeres, negros, indios y artistas no europeos, algo que acabó por llamar la atención del público.
Historias afroatlánticas, con trabajos de artistas africanos, americanos y caribeños, se convirtió el año pasado en la sexta más visitada de la historia del MASP, según datos del museo, que ya recibió una donación para hacer la reserva de obras de autores indígenas para 2021.
En Río de Janeiro, el Museo Nacional de Bellas Artes tuvo gran éxito este año con Hashtags de arte, iniciativa en la que se apropia de etiquetas para contextualizar y sintetizar lo que se puede ver o sentir en una imagen, describiendo las piezas expuestas en el museo de forma más ligera y divertida.