Paren el golpe de estado
, lema contra Boris Johnson
Domingo 1º de septiembre de 2019, p. 21
Londres. Decenas de miles de personas participaron ayer en más de 50 de manifestaciones en Reino Unido para denunciar el golpe de Estado
del primer ministro Boris Johnson, tras su decisión de suspender el parlamento dos semanas antes del Brexit.
De Manchester, en el noroeste de Inglaterra, a Edimburgo, en Escocia, pasando por Belfast, en Irlanda del Norte, la organización antiBrexit Another Europe is Possible (otra Europa es posible) convocó más de una treintena de concentraciones bajo el lema Paren el golpe de Estado
.
La mayor protesta comenzó a mediodía en Londres, frente a la residencia del primer ministro en Downing Street, donde una multitud coreaba ¡Boris Johnson, vergüenza!
, mientras ondeaban banderas europeas.
En las pancartas se podían leer frases como Los demócratas no amordazan a la democracia
o ¡Despierta, Reino Unido! O bienvenido a la Alemania de 1933
.
“Boris Johnson no debería decidir sobre lo que le sucede al Brexit. Ha privado al parlamento del poder de decisión, lo que no es democrático”, declaró a la Afp Bernard Hurley, un manifestante de 71 años.
La concentración se vio brevemente perturbada cuando una decena de hombres de cabeza rapada y con la bandera británica irrumpió entre la multitud, escoltados por la policía, al grito de “¿Qué queremos? ¡El Brexit! ¿Cuándo lo queremos? ¡Ahora!”.
El movimiento Momentum, el ala más izquierdista del opositor Partido Laborista, llamó a ocupar los puentes y bloquear las carreteras
.
Johnson se aprovecha de un vacío en este fallido sistema democrático que tenemos para impulsar un acuerdo de salida que antepone su relación con (el presidente estadunidense, Donald) Trump por encima de todo
, acusó la coordinadora de la organización, Laura Parker.
El líder laborista Jeremy Corbyn declaró ante miles de personas en un evento en Glasgow, Escocia, que el mensaje a Johnson era simple: No hay forma. Es nuestro parlamento
.
La decisión del conservador de suspender el parlamento entre la segunda semana de septiembre y el 14 de octubre, dos semanas antes de la salida de la Unión Europea (UE), suscitó una ola de indignación en el país.
En el Reino Unido el primer ministro tiene derecho a hacerlo, y lo suele hacer durante la temporada de congresos anuales de los partidos políticos en septiembre.
Pero la mala elección del momento –con el Brexit previsto el 31 de octubre– y la duración de cinco semanas llevaron a los adversarios de Johnson a denunciar una maniobra para impedir bloquear una salida brutal de la UE.
Johnson amenaza con un Brexit duro si no logra un acuerdo con Bruselas sobre las condiciones de salida. Pero justificó su decisión de suspender el parlamento para elaborar y presentar su programa legislativo, tras su llegada al poder a finales de julio.
Para el ministro de Finanzas, Sajid Javid, es una decisión justa
que permite al ejecutivo concentrarse en las prioridades de la gente
.
Estas manifestaciones presagian una semana política intensa en Londres, donde el parlamento vuelve al trabajo el martes. Se lanzaron tres acciones judiciales contra la suspensión y los diputados opositores intentarán evitar una salida sin acuerdo.
Se contempla la posibilidad de una moción de censura contra el gobierno, que sólo tiene un voto de mayoría contando con el apoyo de los 10 diputados del ultraconservador partido norirlandés DUP.